domingo, 3 de julio de 2011

Confia en Su Tiempo / Marcos 5:21-43

Con los años he descubierto que Dios usa caminos rotos, para llevarnos a Dios. Esta mañana quiero llevarle al pasado, en la orilla del mar de Galilea,  experimentar el dolor, el pánico y la desesperación de un padre que encuentra en Jesús todo lo que había estado buscando.

Vaya conmigo a Marcos 5, y vamos a empezar a leer en el versículo 21:

"[21] Jesús llegó en la barca al otro lado del lago y se quedó en la orilla, porque mucha gente se juntó a su alrededor.
   [22] En ese momento llegó un hombre llamado Jairo, que era uno de los jefes de la sinagoga. Cuando Jairo vio a Jesús, se inclinó hasta el suelo [23] y le rogó:
    --Mi hijita está a punto de morir. ¡Por favor, venga usted a mi casa a poner sus manos sobre ella, para que sane y pueda vivir!
   [24] Jesús se fue con Jairo. Mucha gente se juntó alrededor de Jesús y lo acompañaron. [25] Entre la gente iba una mujer que había estado enferma durante doce años, pues perdía mucha sangre. [26] Había gastado en médicos todo el dinero que tenía, pero ellos no habían podido sanarla; más bien, la maltrataron más. Cada día se ponía más enferma.
   [27-28] La mujer había oído hablar de Jesús, y pensaba: "Si tan sólo pudiera tocar su ropa, sanaría". Por eso, cuando vio a Jesús, se abrió paso entre la gente, se le acercó por detrás y le tocó la ropa. [29] Inmediatamente dejó de sangrar y supo que ya estaba sana.
   [30] Jesús se dio cuenta de que había salido poder de él. Entonces miró a la gente y preguntó:
    --¿Quién me tocó la ropa?   
[31] Sus discípulos le respondieron:
    --¡Mira cómo se amontona la gente sobre ti! ¿Y todavía preguntas quién te tocó la ropa?
   [32] Pero Jesús miraba y miraba a la gente para descubrir quién lo había tocado. [33] La mujer, sabiendo lo que le había pasado, fue y se arrodilló delante de él, y temblando de miedo le contó toda la verdad.
   [34] Jesús le dijo:
    --Hija, has sido sanada porque confiaste en Dios. Vete tranquila.
   [35] Jesús no había terminado de hablar cuando llegaron unas personas de la casa de Jairo y le dijeron:
    --¡Su hija ha muerto! ¿Para qué molestar más al Maestro?
   [36] Jesús no hizo caso de lo que ellos dijeron, sino que le dijo a Jairo:
    --No tengas miedo; solamente confía.
   [37] Y sólo permitió que lo acompañaran Pedro y los dos hermanos Santiago y Juan. [38] Cuando llegaron a la casa de Jairo, vieron el alboroto y que la gente lloraba y gritaba. [39] Entonces Jesús entró a la casa y les dijo:
    --¿Por qué lloran y hacen tanto escándalo? La niña no está muerta; sólo está dormida.
   [40] La gente se burló de Jesús. Entonces él hizo que todos salieran de allí. Luego, junto con los padres de la niña y los tres discípulos, entró al cuarto donde ella estaba. [41] La tomó por la mano y le dijo en idioma arameo:
    --¡Talitá, cum!
    Eso quiere decir: "Niña, levántate". [42] En ese mismo instante la niña, que tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Cuando la gente la vio, se quedó muy asombrada.
   [43] Jesús ordenó que no le contaran a nadie lo que había pasado. Después mandó que le dieran de comer a la niña." Marcos 5:21-43 (TLA)

Imagine por un momento que usted es Jairo. Había tenido una noche larga y pesada. Se quedó sin poder hacer nada más que ver la vida de su hija esfumarse. El sueño se le había espantado. Usted le ha gritado a Dios que le dé un milagro e hizo toda clase de promesas al respecto, pero fue en vano.

En un momento de debilidad, un pensamiento cruzó su mente: "Pide ayuda a Jesús." Pero este pensamiento salió tan rápido como había entrado. Jesús es increíble, sin duda, pero es muy problemático. El arruino un servicio de adoración hace unos días al enfrentarse con un demonio de en medio de la congregación. Los religiosos ya lo habían etiquetado como "es del diablo". No importa cuán desesperado estuviera Jairo tuvo que recordar quién era. Él era el jefe de la sinagoga. Si él fuera a Jesús, ¿qué pensaría la gente? Además, la última vez que había oído de Él, Jesús había salido de la ciudad.

En medio del peor día de su vida, comenzaron a circular rumores de que unos barcos se habían visto en el horizonte, y parecía que Jesús venía a puerto. En este punto, Jairo se lanza corriendo a la costa para encontrar a Jesús. Tan pronto como el barco toca el muelle, Jairo se apresura a Jesús y lo lanza a sus pies clamando: “Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.”

En este punto le importaba poco lo que se pudiera pensar de él. Su pequeña hija se estaba muriendo, y sólo Jesús podía salvarla. ¿Lo que es tener buena suerte no? El tiempo de Jesús era perfecto. Llegó justo a tiempo.

A medida que se abrían paso por la ciudad una multitud enorme le seguía. Todo el mundo se sorprendió al ver a Jairo y a Jesús caminando uno al lado del otro. Jesús se abría paso entre la multitud y de repente, se detuvo y miró a su alrededor. Él exclamó: "¡Quién me ha tocado!" ¿Puede usted imaginarse lo que Jairo estaba pensando?: "¿a quién le importa? vámonos, vámonos, mi hija se está muriendo". Pero Jesús se mantiene firme y continúa buscando. Uno de los discípulos habla y dice: "Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?"

Pero Jesús sabía que algo estaba pasando: poder sanador había sido liberado de su cuerpo. Como Jesús se esperó, Jairo estaba en estado de pánico. Finalmente, tímidamente una mujer salió de entre la multitud, y cayó a sus pies. Ella confesó que había estado enferma durante años y que había llegado hasta donde estaba Jesús y tocó su ropa y que estaba sana. Jesús miró profundamente en sus ojos y dijo: "Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote."




Mientras Jesús estaba hablando, Jairo reconocido a algunos de sus amigos abriéndose paso entre la multitud. Viendo las caras se podía saber que tenían malas noticias. Uno de ellos habló en privado con Jairo y dio la peor noticia que un padre podía recibir. Él le dijo: "Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?".

¿Puede usted imaginarse los sentimientos en ese momento? Algunos de ustedes pueden. Debo admitir que yo no puedo. He caminado en este valle de sombra de muerte con unos amigos muy queridos como hermano en Cristo y amigo, pero no tengo ni idea de cómo se siente.

En la preparación de este post, me encontré con un blog titulado "El duelo papás: el proyecto", creado por Kevin Farley, de Illinois. Lamentablemente, Kevin perdió a dos hijos en un lapso de dieciocho meses. En un esfuerzo por lidiar con su propio dolor y ayudar a otros padres que estaban sufriendo de la misma manera, él comenzó a contar su historia y compartir los sentimientos con otras personas que estaban sufriendo. En junio del año pasado, Kevin escribió sobre las emociones que sintió después de la muerte de sus hijos. Él escribió:
Los padres que han sufrido como nosotros:
  • Se enojan consigo mismos por no ser capaz de proteger a sus hijos.
  • Se enojan porque la vida, tal como la conocían, se ha ido.
  • Se enojan con Dios por permitir que la pérdida sucediera.
  • Se enojan porque el mundo se sigue su curso después de su pérdida, como si nada. "Mi hijo ha muerto, ¿cómo puede el mundo seguir adelante?"
  • Están enojados con las personas que estuvieron envueltos en la muerte de su hijo.
  • Están enojados porque algunas personas a su alrededor sólo quieren que uno lo "supere y vuelva a su antigua vida".
  • Están enfadados porque han perdido el control de sí mismos y de sus emociones.
  • Ellos están enojados con sus empleadores por no entender que su desempeño en el trabajo ha sido afectado de por vida y que no son la misma persona que antes. Es difícil preocuparse por cosas que ya no parecen tener importancia.
  • Están enfadados porque han perdido la esperanza y parece que no pueden encontrarla.

Creo que estas ideas de Kevin podrían darnos una idea de la avalancha de emociones que Jairo debió haber sentido. Sospecho que en su mente Jairo trataba de razonar lo siguiente: Por que Jesús tuvo que detenerse y hablar con esa mujer. Ella ya había sido sanada y punto. Él podría volver a buscarla después, pero por ahora ¿mi hija qué? mi niña, está muerta.

¿Te has sentido como si Dios llegara demasiado tarde? ¿Alguna vez has cuestionado sus tiempos? O peor aún ¿has puesto en tela de juicio su preocupación y cuidado por ti? Sospecho que todos nosotros en algún momento hemos mirado hacia arriba, al cielo, con dolor y confusión, y tal vez hasta ira y frustración.

Mientras que todas estas emociones se incrustan en Jairo, Jesús se voltea y le dice directamente y con firmeza:

"No temas, cree solamente".

Jesús lo tenía todo bajo control. Realmente nada había cambiado en lo que a él se refería. La niña iba a estar bien, pero Jairo no lo sabía, por lo que Jesús capturó su atención y le dijo:

NO TENGAS MIEDO.

O en otras palabras, no pierdas el control, no te asustes, no dejes que tus emociones te dominen. En términos científicos, Jesús estaba hablando del mecanismo de defensa "lucha o huida". Sospecho que Jesús le estaba hablando a esa adrenalina y las emociones que te golpean como una tonelada de ladrillos cuando algo va mal, muy mal.

Todos nosotros conocemos muy bien las garras del miedo y el terror en nuestras vidas, lo hemos vivido aquí en carne propia. Jesús lo miró a los ojos y dijo: "No temas, cree solamente".

Uno de mis versículos favoritos se encuentra en el Salmo 56. Fue un salmo que David escribió recordando su huida del rey Saúl, y viviendo entre la gente de Gath, la cual no sabía si podía confiar en ellos. La historia se encuentra en 1 Samuel 21.

En esta honesta confesión, el salmista David escribió:

"En el día que temo, Yo en ti confío." Salmo 56:3
“Cuando tengo miedo, confío en ti. “ (DHH)

No puedo decirle cuántas veces en mi vida, a la hora de los problemas, sentí miedo en lo más profundo de mi corazón y mi alma, al grado que me he ido a dormir por la noche susurrando esta oración en voz baja. "Cuando tengo miedo, voy a confiar en ti."

Seguir a Jesús no nos hace inmunes al miedo, pero nos da un lugar hacia donde correr a refugiarnos. Podemos llevar nuestros miedos a Jesús. En agosto del 2004, Joel Contreras y Karina Moreno lanzaron un disco en conjunto con el grupo Rojo el cual contiene un canto titulado "Mi torre fuerte." El coro contiene estas palabras: "...en mi angustia eres fiel, Señor…" Le sugiero que confíe en la fidelidad de Jesús.

Usted puede tener miedo, pero usted no tiene que quedarse viviendo en su miedo. Creamos en Jesús. Confíale solo a Él tu vida y tus circunstancias.

NO TENGAS MIEDO, SOLO CREE

Jesús miró a los ojos y al corazón de este hombre que tenía el corazón destrozado, en esencia, le dijo: cree en mí; confía en mí, todo va a estar bien.

 Jairo vino a Jesús con fe creyendo que Jesús podía tocar a su hija y ella iba a ser sanada, pero ahora, en este preciso momento en la historia, Dios lo estaba estirando (estresando). ¿Habría suficiente fe y confianza en Jesús para creer que su hija muerta iba a estar bien?

 Inmediatamente Jesús, Jairo y el círculo íntimo de Jesús: Pedro, Santiago y Juan partieron hacia la casa. Al llegar pudieron escuchar el sonido desgarrador de luto. Algunos de ustedes conocen esos sonidos muy bien. Me ha tocado estar sentado en una sala de espera cuando llega una noticia de muerte. Me ha tocado estar en salas funerarias con adolescentes gritando y lamentando la muerte repentina de su amigo. En Israel, los lamentos y sonidos de dolor eran parte fundamental de la cultura.

Jesús a su llegada se enfrenta a los llorones y reprendiéndolos les dijo:

 "¿Por qué tanto alboroto y llanto? La niña no está muerta sino dormida. "

 En respuesta, la gente se rió de Jesús, creyendo que era un predicador medio piraton que había perdido el sentido de la realidad. Jesús vacía la casa, excepto por la madre y el padre de la niña y sus tres amigos más cercanos.

 Al entrar en la habitación, Jesús fue al lado de la niña. Con ternura y amor en su voz, él la tomó de la mano, y dijo: "Niña, a ti te digo: levántate." Ante el asombro boquiabierto de todos en la sala excepto Jesús: la niña se puso de pie. Me la imagino corriendo a su madre y su padre. ¿Puede visualizar las lágrimas de alegría y asombro en los ojos de Jairo mientras la abrazaba con fuerza? Ella estaba viva. Jesús les dijo que fueran a buscar algo de comer, y por cierto, por favor no le digan a nadie lo que pasó. (Seguramente!)

En aquel momento de desesperación y desconsuelo, Jesús dijo: "Muchacha, a ti te digo: Levántate." Este fue un momento de esos en los que Jesús dice: “a ti te digo”. La niña se levantó por el poder y la presencia de Jesucristo. No olvidemos las palabras que le susurró a Jairo en el momento más oscuro de su vida. "¡No tengas miedo, cree!"

Entonces, ¿Cuál es su condición en este dia? ¿Dónde estamos como seres humanos el día de hoy? ¿Su vida es presa del pánico? ¿Se enfrenta a un reto demasiado grande? ¿Hay problemas en su familia que parecen no tener solución? ¿Nuestros niños están creciendo en un mundo lleno de inmoralidad y falta de valores? ¿Parece que la batalla está perdida? ¡Tenemos que luchar sin ningún temor al fracaso! Hoy es el tiempo de Dios. Jesús dice "¡No tengas miedo: cree, cree en mí!"

Cada dia enfrentamos una batalla en ámbitos espirituales y con consecuencias eternas.  Es nuestra oportunidad de trabajar sin miedo en contra de la inmoralidad y contra la falta de principios bíblicos.

Ha llegado el momento de que enfrentemos nuestros miedos. Hoy es el tiempo de Jesús. Tal vez parezca demasiado tarde, pero desde la perspectiva de Jesús, todo está perfecto y listo.  Hagamos historia, arrebatemos el futuro.

El futuro de nuestra comunidad no será conquistado por hombres y mujeres con miedo, o por aquellos que se esconden en las comodidades de su vida. No, el futuro va a ser conquistado por los que guardan las palabras de Jesús, esas palabras que van en contra de todas leyes de la probabilidad y posibilidad "¡No tengas miedo: cree, cree en mí!"