sábado, 18 de agosto de 2012

Todo Es Posible // Marcos 9:14-29

Cuenta la historia que un equilibrista de la cuerda floja, decidió ir a las cataratas del Niagara y cruzar de un lado al otro para demostrar sus habilidades. Una gran multitud vino a presenciar tal hazaña. Antes de comenzar le gritó a la multitud: "¿Cuántos de ustedes creen que puedo cruzar y regresar?" La multitud gritó al unísono "Si, tu puedes, creemos en ti!" Ganándose el aplauso y el asombro se paseaba en la cuerda floja de ida y vuelta con facilidad. Después, decidió llevar una carretilla y empujarla de ida y vuelta, y otra vez gritó a la multitud: "¿Cuántos de ustedes creen que puedo empujar esta carretilla ahora de espaldas?" Una vez más la multitud gritó: "Si, tu puedes, creemos en ti" Y así otra vez con gran facilidad empujó la carretilla de ida y vuelta. Ahora, para el evento principal, gritó: "¿Cuántos de ustedes creen que puedo empujar a una persona montada en la carretilla?" La multitud estalló en un grito ensordecedor "Si, se puede! Si, se puede!". Luego se dirigió a un joven en la primera fila "Hijo, ¿crees que puedo empujar esta carretilla de ida y vuelta con una persona en ella?" el chico asintió con la cabeza "sí". Entonces el hombre dijo: "súbete". Al instante el joven le perdió la fe, le cambio el rostro, se puso pálido, y pidió que alguien mas lo intentara.

El día de hoy vamos a ver una situación muy similar en la vida de Jesús y sus discípulos; ellos tenían que echar fuera un demonio, pero cuando no pudieron, perdieron la fe. La Escritura dice lo siguiente:
[14] Cuando llegaron adonde estaban los otros discípulos, vieron que a su alrededor había mucha gente y que los maestros de la ley discutían con ellos. [15] Tan pronto como la gente vio a Jesús, todos se sorprendieron y corrieron a saludarlo.
[16] ¿Qué están discutiendo con ellos? les preguntó.
[17] Maestro, respondió un hombre de entre la multitud, te he traído a mi hijo, pues está poseído por un espíritu que le ha quitado el habla. [18] Cada vez que se apodera de él, lo derriba. Echa espumarajos, cruje los dientes y se queda rígido. Les pedí a tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no lo lograron.

Si usted siguió el mensaje de la semana pasada recordará que Jesús viene bajando de la montaña con tres de sus discípulos, mientras que los demás estaban abajo esperando. Durante su espera parece que la gente empezó a juntarse.

Cuando Jesús llega, se encuentra con problemas; hay gente discutiendo. Todo parece indicar, que mientras Jesús estaba en la montaña, alguien trajo a un chico endemoniado para que los discípulos lo sanaran. El problema es que, a pesar de que ya habían sacado demonios antes (vea Marcos 6:7,13), esta vez no pudieron. Entonces, la gente se comenzó a juntar y a discutir con los discípulos, incluso, vemos que los maestros de la ley estaban ahí discutiendo con ellos. Tal vez estos fariseos les alegaban diciendo “Ya ven? Les dijimos que Jesús es un charlatán, están siguiendo a la persona equivocada”; mientras que los discípulos trataban de defenderse argumentando las repetidas ocasiones en que ellos sanaron enfermos, sacaron demonios, y ayudaron a mucha gente.

Y en medio de esta discusión acalorada, llega Jesús y les pregunta a sus discípulos la razón de la disputa.  Sin embargo, los discípulos no contestaron, tal vez se quedaron como niños regañados, calladitos y mirando al piso. Y el que termina respondiendo era un hombre de la multitud, padre del muchacho endemoniado; le explica como el demonio lo tiene mudo, lo hace que se convulsione y se quede rígido. Pero los discípulos no pudieron echar fuera al demonio de su hijo, y empezaron a discutir. Es posible que hayan estado discutiendo y culpándose unos a otros, como todos lo hacemos cuando las cosas no salen como lo esperamos. Y Jesús al entender lo que sucede responde de la siguiente manera:

[19] ¡Ah, generación incrédula!, respondió Jesús. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho.

Se puede ver la desesperación de Jesús cuando frustrado pregunta “hasta cuando?”. Es evidente que el muchacho seguía endemoniado, mientras que todos ellos están discutiendo cosas sin importancia. Mientras ellos tratan de defender su reputación delante de los maestros de la ley, un muchacho sigue sufriendo, y Jesús reconoce inmediatamente lo que es importante y se desespera porque sus discípulos no tuvieron la capacidad de discernir lo que es realmente importante. La desesperación de Jesús es que ellos en vez de seguir intentando ayudar al muchacho, se ponen a discutir.  Entonces Jesús les pregunta “hasta cuando voy a tener que estar con ustedes y soportar esto?  Era un llamado a la madurez. Así que mando llamar al muchacho y veamos lo que sucede en la historia:

[20] Así que se lo llevaron. Tan pronto como vio a Jesús, el espíritu sacudió de tal modo al muchacho que éste cayó al suelo y comenzó a revolcarse echando espumarajos.
[21] ¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? le preguntó Jesús al padre. Desde que era niño, contestó. [22] Muchas veces lo ha echado al fuego y al agua para matarlo. Si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos.

En cuanto el demonio está en la presencia de Jesús, el sabe que está derrotado y sabe que está frente a alguien que no podrá vencer. El demonio pudo con los otros discípulos, pero cuando ve a Jesús, sabe que tiene que dar lo mejor que tiene, así que empieza a atormentar al muchacho y empieza a convulsionarse frente a Jesús y a su padre. Sin embargo, Jesús no parece estar ya mas enojado, y lo que hace es un poco raro, no se si lo notaron: Jesús comienza a hablar con el padre del muchacho. Jesús decide que ese día no solamente el muchacho necesita de salvación, sino también el padre. Jesús le pregunta el tiempo que el muchacho ha estado así; quiere que el padre se abra y le platique que tanto ha sufrido por su hijo; el padre admite que desde que era niño el ha sido atormentado, y le dice como en veces el demonio lo ha echado al fuego y al agua para matarlo. Uno se puede imaginar que el padre estuvo ahí siempre para rescatar al muchacho de morir quemado y de ahogarse. El diablo eso es lo que quiere, quiere matarnos, si por el fuera, todos estaríamos mejor muertos. El diablo ha venido a matar y a destruir, pero Jesús ha venido a dar vida.

El padre ya tenia mucho tiempo viendo a su hijo sufrir así, y probablemente ya haya intentado de todo para que el demonio dejara en paz a su hijo. Probablemente haya visto doctores, curanderos, terapistas, discípulos, y ninguno pudo ayudarle. Y el padre confiesa su condición, y admite que no está convencido, o no cree que Jesús pueda sanarlo. El dice “si puedes... ayudanos”; el padre probablemente creía que Jesús tenia buenas intenciones, creía que quería ayudarlos, pero no estaba seguro si de hecho podría hacerlo.  Es importante que cada uno de nosotros, vengamos a Jesús admitiendo nuestra condición, a el le agrada que seamos honestos y reconozcamos lo que somos. Si usted es padre o madre, sabe que duele ver a los hijos sufrir por causa del diablo, duele verlos atados a una adicción, a un estilo de vida que el diablo les ha hecho creer que es “bueno” o “normal” y están encadenados a sufrir en la vida. A Jesús le agrada que el padre o madre reconozca que a pesar de que ha hecho todo lo humanamente posible por ayudar a su hijo, no ha podido ayudarle.  Pero tranquilos Jesús está aquí, veamos lo que sucede en la historia:

[23] ¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible.

Jesús le contesta al padre del muchacho, “crees que no puedo?”, esto no es nada para mi, “crees que esto es muy difícil para mi?”. Dice, “todo es posible” para los que creen en mi. “Como la vez? Ahora si quieres creer en mi?”  Para Jesús no hay nada imposible, pero el espera que si no creemos en poder lo admitamos, pero también el quiere que lleguemos al siguiente nivel, hay que llegar a creer: el creer en el, es lo que ayuda a que los problemas se resuelvan.  Debemos evitar a toda costa llegar al grado de dudar de Jesús y decirle, “bueno Jesús, si tu puedes, ayudame”. Espero que podamos seguir confiando en el a pesar de los problemas y las dificultades. Jesús puede hacer algo aun cuando todo parezca no tener solución. Veamos lo que Jesús hizo a continuación:

[24]¡Sí creo! exclamó de inmediato el padre del muchacho. ¡Ayúdame en mi poca fe!

Al Jesús terminar de hablar, el hombre pasa al siguiente nivel, pasa a creer en Jesús. Pero me gusta mucho su honestidad; el pide ayuda en su falta de fe.  El admite que no tiene mucha fe, pero pide ayuda. El reconoce que está frente a Dios y que el no le puede engañar y hacerle creer que tiene mucha fe, por que Dios sabe que es mentira. A veces nosotros caemos en el error de pensar que podemos engañar a Dios y hacerle creer que tenemos fe en el cuando en realidad no la tenemos. “Quien te crees que eres para engañar a Dios?” diría Jesús. Todos debemos estar conscientes que Dios ve y conoce nuestro interior y nuestras capacidades, no le podemos engañar. Lo que debemos hacer es admitir nuestra condición, y pedir ayuda. Dios nos puede ayudar a tener fe, pero hay que pedir ayuda. Continuemos viendo la reacción de Jesús:

[25] Al ver Jesús que se agolpaba mucha gente, reprendió al espíritu maligno.
Espíritu sordo y mudo, dijo, te mando que salgas y que jamás vuelvas a entrar en él.
[26] El espíritu, dando un alarido y sacudiendo violentamente al muchacho, salió de él. Éste quedó como muerto, tanto que muchos decían: “Ya se murió.” [27] Pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó, y el muchacho se puso de pie.

Jesús con su poder y autoridad le “ordena” al demonio que salga del muchacho, y el demonio salio del muchacho haciendo algunos estragos en el joven, de tal manera que cuando el muchacho quedo libre, quedo tirado en el suelo, y la gente pensaba que ya había muerto.  Imagínese usted como se ha de haber sentido el padre; el demonio había sido echado fuera, pero no quedo nada mas que un muchacho muerto. Que terrible; pero Jesús lo toma de la mano y lo levanta, el muchacho está vivo, completo, sano.  El padre y el hijo ahora están bien; Jesús nuevamente demuestra la autoridad que le fue dada en la tierra, la autoridad total sobre todas las cosas, espirituales y materiales: tenemos un Dios poderoso. Pero la historia no termina aun, veamos lo que dice la Escritura:

[28] Cuando Jesús entró en casa, sus discípulos le preguntaron en privado:
¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?
[29] Esta clase de demonios sólo puede ser expulsada a fuerza de oración, respondió Jesús.

Después de que todo termino, los discípulos preguntaron porque no pudieron expulsar al demonio y Jesús responde que ese tipo de demonios salen a través de la oración. Y la pregunta obligada es, si Jesús dice que estos demonios salen con oración, entonces cuando se ve a Jesús orando? No se ve a Jesús orando en los versículos que hemos analizado hoy, pero si usted recuerda la semana pasada, Jesús subió al monte con tres de sus discípulos, el iba a orar.  Uno debe orar antes de que la dificultad se presente, si uno ha estado orando con anterioridad, Dios va a estar con nosotros en todo momento. No debemos esperarnos hasta estar en medio de la dificultad para ponernos a orar, el diablo va a agarrarnos desprevenidos.  Los discípulos ya habían sacado demonios antes, Jesús les dio la autoridad, ellos también habían visto a Jesús sacando demonios también, entonces? Que salio mal? Ellos se olvidaron de que no se trata de el poder que ellos tienen, no se trata de la autoridad que les fue dada, sino de parte de quien les fue dada.  Ellos probablemente dijeron como en las películas “te ordeno que salgas de el muchacho” y se olvidaron de que la autoridad y los créditos eran de Dios. O tal vez no pudieron sacarlo a la primera oportunidad y dudaron, les falto mas fe en Dios, recuerda lo que dijo Jesús en el verso [19]?, “generación incrédula!”  Jesús vio que a ellos les falto fe, y no creyeron en el poder de Dios ni la autoridad que Jesús les había dado.

Si usted y yo somos honestos, nos falta mucha oración. Nos falta orar aun cuando no estemos en problemas. Nos falta levantarnos cada día temprano y orar diciendo “Jesús, ayudame, te necesito este día para poder salir adelante, dame mas fe para confiar en ti”. Nos falta llegar ante Dios y confesar que no podemos por nuestras propias fuerzas. Mientras sigamos confiando en nosotros mismos las cosas van a seguir igual o peor hasta que el diablo consiga lo que quiere: destruirnos y a nuestra familia. Es urgente que reconozcamos que solo confiando en el, podemos vivir nuestra vida cristiana de victoria en victoria. El reto es, orar mas, y no esperar a orar cuando tenemos problemas. La gloria sea para Dios.

sábado, 11 de agosto de 2012

Callate y Escucha // Marcos 9:2-13

Imaginemos por un momento que a usted le queda menos de un año de vida. ¿Qué haría usted en el último año de su vida? Algunos llaman a esto una "ultima voluntad", una lista de cosas que quiere hacer antes de "estirar la pata."

Yo de seguro intentaría viajar con el amor de mi vida por distintos lugares simbólicos donde hay gente querida. Viajaría por Chihuahua, El Paso, Nogales, Guaymas, Culiacan, Agua Prieta visitando a viejos amigos y hermanos. Antes de morir me gustaría que se cumpliera mi sueño de ver a México campeón del Mundo en el Futbol; ya están cerca, ya ganaron el Oro en las Olimpiadas 2012 contra Brasil. Me gustaria ver todas las peliculas que haya en el cine en esos dias, y comer mucha pizza. Y finalmente, viajaría a estar mis últimos días viviendo en una montaña, en Cieneguita, Chihuahua, al lado de mi mujer, Nancy, y de mis mejores amigos: Andrés, Lizett, Luis, Heber, "el Potrillo", "el Ponshio", "el Pas Navarro", y "Lalo", haciendo fogatas, cazando, acampando, y meditando en Dios. Me enamore de ese lugar ahí en la sierra de Chihuahua una vez que el Pastor Juan Carlos Navarro me llevó y me platicaba acerca de la necesidad que hay en aquel lugar y de lo mucho que a el le gusta hacer cosas de "Boy-Scout" a la intemperie, y su pasión por las Águilas (no las del Club América sino las aves). Algunos meses después ahí mismo en las montañas, fui con un grupo de apoyo misionero llamado Jóvenes Bautistas en Acción (JOBAAC), donde por primera vez sentí un llamado de parte de Dios, llamado que guarde en secreto por mucho tiempo. Por eso, ese lugar tiene un significado bonito para mi, y ahí me gustaría que Dios dispusiera de mi vida.

Pero usted, ¿qué haría en su ultimo año; cual seria su ultima voluntad? Es divertido pensar en ello, piénselo por un momento. Y déjeme hacerle otra pregunta. ¿Cree usted que Jesús tendría también una ultima voluntad? Obviamente el sabia que vendría a morir, y conocía el día, la hora, y el lugar en donde todo sucedería; y tal vez una de las cosas en su ultima voluntad era ir a las montañas con tres de sus amigos más cercanos; ahí en la montaña tendría una de las experiencias más increíbles de las cuales el ser humano ha sido testigo. Le invito a que estudiemos un poco este viaje a la montaña con Jesús. 

Marcos 9:2 dice lo siguiente:
[2] Seis días después, Jesús se fue a un cerro alto llevándose solamente a Pedro, a Santiago y a Juan. Allí, delante de ellos, cambió la apariencia de Jesús. [3] Su ropa se volvió brillante y más blanca de lo que nadie podría dejarla por mucho que la lavara. [4] Y vieron a Elías y a Moisés, que estaban conversando con Jesús. [5] Pedro le dijo a Jesús: Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
[6] Es que los discípulos estaban asustados, y Pedro no sabía qué decir. [7] En esto, apareció una nube y se posó sobre ellos. Y de la nube salió una voz, que dijo: “Éste es mi Hijo amado: escúchenlo.” [8] Al momento, cuando miraron alrededor, ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.
[9] Mientras bajaban del cerro, Jesús les encargó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre hubiera resucitado. [10] Por esto guardaron el secreto entre ellos, aunque se preguntaban qué sería eso de resucitar. [11] Le preguntaron a Jesús: ¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías ha de venir primero?
[12] Él les contestó: Es cierto que Elías viene primero, y que él lo arreglará todo. ¿Y por qué dicen las Escrituras que el Hijo del hombre ha de sufrir y ser despreciado? [13] Pero yo les digo que Elías ya vino, y que ellos hicieron con él todo lo que quisieron, como dicen las Escrituras que le había de suceder.
En estos versículos finales los discípulos preguntan sobre Elías, pero Jesús declara que Elías ya vino, no en su forma física, pero en la persona de Juan el Bautista, y los sumos sacerdotes, los fariseos y los políticos lo rechazaron y lo ejecutaron. Pero lo mas interesante de la historia, desde mi punto de vista, de hecho es lo que sucede en la montaña, así que le invito a que retrocedamos un poco.

Según lo relata Marcos, esto sucede después de seis días; días oscuros, camino hacia a la muerte, los discípulos iban preocupados y confundidos con todo lo que Jesús dijo acerca de "el sufrimiento, la cruz, la muerte, y la resurrección de entre los muertos.” En medio de tanta preocupación por parte de los discípulos, Jesús decide ir con Pedro, Santiago, y Juan, sus tres amigos más cercanos; van a lo alto para encontrarse con Dios, van a la montaña, en donde los lideres mas grandes han sido probados. El ir "arriba" a la montaña habla de un esfuerzo que se necesita para ir más alto y más profundo con Dios. Las montañas no son para todos, la costa es mucho más fácil de caminar, y muchos optan por el camino fácil.

Sin embargo, ahí en la montaña todo da un giro sorprendente e inesperado. Ante sus propios ojos Jesús es "transformado", que tiene el mismo origen que la palabra "metamorfosis". Esta palabra significa "cambiar de forma", así como la oruga se transforma en mariposa. En un instante a Jesús tomó la "forma" que probablemente  había disfrutado en el cielo. Era como si el cielo hubiera bajado y la apariencia de Jesús hubiera cambiado radicalmente. Sus vestidos se volvieron un blanco deslumbrante, un blanco diferente a todo lo que el ojo humano ha visto jamás. La gloria de Dios empezó a emanar desde su cuerpo. Si pensaban que caminar sobre el agua era increíble, los discípulos no habían visto nada todavía.

Si eso no fuera lo suficientemente sorprendente, de repente delante de sus ojos aparecen Elías y Moisés para encontrarse con Jesús. Pero, ¿por qué Elías y Moisés? Algunos estudiosos sugieren que estos dos líderes espirituales representan "la historia de la salvación" del mundo. Elías representa a los profetas y Moisés representa la ley.

Pero, en mi opinión personal, el hecho de que "hablaban" con Jesús me hace pensar que había una necesidad de que se comunicaran. Al reflexionar sobre este momento de tensión en la vida de Jesús, me di cuenta de una de las razones por las cuales estos dos grandes líderes aparecieron, era porque ambos habían sido líderes en tiempos de oposición. Ambos sabían la soledad que se siente cuando viene un gran desafío. Lamentablemente, en el caso de Moisés, el cedió a la presión y trató de resolver el problema con sus propias manos. En el caso de Elías, en un momento de crisis, huyó de Jezabel para salvar el pellejo. Personalmente, creo que lo que vemos aquí es un momento humano de Jesús. A menudo olvidamos que Jesús era totalmente humano y totalmente divino al mismo tiempo. Si alguien sabía la presión que Jesús tenia, eran estos dos hombres. Vinieron para compartir el momento con Jesús y para animarle en el momento difícil. Dios nunca nos deja solos en los momentos de decisión y de crisis, el siempre manda a alguien que puede apoyarnos y hablar a la vida de nosotros.

Pero mientras que Jesús está hablando con Elías y Moisés, Pedro, Santiago y Juan, que estaban presenciando un momento increíble en la historia, parece nunca habían aprendido de buenos modales. En algún momento Pedro se acerca a donde ocurre la conversación e interrumpe a Jesús diciendo: “Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.” Pobre Pedro, siempre quedando mal. Pero en su defensa Marcos señala que Pedro, Santiago y Juan estaban "asustados". Ellos no sabían qué decir o hacer.
Entonces, ¿qué ocurrió con la petición de pedro? ¿Qué dice Pedro que quiere? Él quiere quedarse en la montaña. Quiere disfrutar del momento. Él quiere tomar unas "vacaciones" de clases con el Maestro Jesús.

Pedro se parecen tanto a nosotros. Cuando las cosas van bien, nos queremos quedar ahí. Nos encanta cuando todas las cosas están bien. Pero mientras la pregunta esta en el aire, incluso antes de que Jesús pudiera responder, una nube viene bajando, y alguien responde cosas que solo Dios diría. Una nube que lo llena todo de manera majestuosa. Debe haber sido algo muy emotivo. De la nube venia la voz de Dios que dijo: “Éste es mi Hijo amado: escúchenlo.” Y con estas palabras, la reunión termina. Con estas palabras, Dios le habla a Jesús ya todos los que han sido llamados a seguirlo.

En este momento de crisis, el Padre quería que Jesús supiera sin lugar a dudas quién era El mismo, y de quien era Hijo. Esta es una palabra para todos los que afirmamos que Dios es nuestro Padre. Cuando Dios es nuestro Padre, ¿a qué le podremos temer?

Dios no sólo quiso recordarle a Jesús que él era su Hijo, sino que también lo amaba. El amor inspira esperanza, confianza, y seguridad en los buenos tiempos y también en los malos. El amor del Padre fue lo que sostuvo a Jesús en su camino hacia la cruz. Su amor inspiró su misión.

En la última declaración crítica que Dios hace muy enfáticamente dice: "escúchenlo". Para ser franco, este es un gran consejo en cualquier circunstancia de la vida: "Escuchemos a Jesús", leamos su palabra.

Entonces, tan pronto como Dios termina de hablar, "de repente" todos se habían ido, Elías y Moisés desaparecieron, la nube desapareció tan rápido como apareció. Cuando Pedro, Santiago y Juan levantaron la vista, ya no había nadie allí, excepto Jesús. El mensaje que Marcos está enviando es bastante claro: En la hora de la dificultad no necesitamos a nadie más que a Jesús. Él es más que suficiente.
Cuando Dios nos lleva a la cima de la montaña, Él quiere enviarnos un fuerte mensaje: simplemente JESÚS es suficiente.

En el caso de nosotros, a veces Jesús nos conduce hasta lo alto de la montaña. El nos ha llamado con un propósito. Pero ni usted ni yo podemos salvar al mundo desde lo alto de la montaña. No, el verdadero trabajo del Reino de Dios se hace en el valle, es tiempo de bajarnos de la montaña. El bajarnos de la montaña implica tomar nuestra cruz, morir a nosotros mismos, y seguirle hasta donde El nos ha de llevar.

Para terminar, Jesús ordena a sus amigos más cercanos que no anden platicando la historia hasta que "el Hijo del hombre resucite de entre los muertos." Es interesante que los discípulos hayan cumplido esta promesa, porque en realidad no sabían que quería decir. Ellos todavía están luchando con la cruz y el hecho de que Jesús tendría que morir. Haga usted de cuenta que los discípulos estaban obsesionados con el sufrimiento de Jesús, y no podían ver la gloria que la resurrección traería al derrotar finalmente al pecado y la muerte. Por un lado, no podían entender "por qué" Jesús tenía que morir, y mucho menos el "cómo" Jesús podría vencer a la muerte. Les parecía imposible humanamente hablando, pero sabemos que para Dios todo es posible, El es digno de confianza.  Jesús tuvo que morir para "salvarnos" de nuestros pecados. Su muerte horrible pagó la pena por todo lo que hemos hecho. Su sangre pagó por el pecado de toda la raza humana.

Jesús sabia el precio que tenia que pagar y nada ni nadie lo iba a distraer de su misión.  En aquella montaña, se reunieron dos hombres que conocían muy bien la presión increíble de conocer y hacer la voluntad de Dios. Muy probablemente ellos animaron a Jesús a "no ceder" a la presión, y no "salir corriendo, sino que se mantuviera firme". Si usted tiene un ministerio o un llamado, Dios tiene para nosotros estas dos frases de animo: “no cedas”, y “no huyas”.

Dios no nos ha llamado a acampar en las cimas de las montañas de la vida. De hecho el nos demanda a bajar de la montaña, a ir al valle y cambiar al mundo. Nadie cambió el mundo mirando de arriba hacia abajo. No! En el camino a la salvación tenemos que atravesar el valle, llevando la cruz, aquella cruz que simboliza el dar el todo por el todo.

¿Cómo podemos seguir a Jesús en este mundo lleno de sufrimiento, de pecado y tanta muerte? Creo que el punto de la historia es simple: escuchemos a Jesús y fijemos nuestros ojos en Él y solo en Él. La frase "no más que a Jesús" lo dice todo.

sábado, 28 de julio de 2012

Momento Decisivo // Marcos 8:27-38

En la preparación de una persona que desea ser científico y tener una carrera académica se requiere estudiar un doctorado. Durante los estudios avanzados de doctorado llega el momento en el que se tienen que presentar unos exámenes conocidos como los "calificadores". Estos exámenes se presentan para mediados de los estudios doctorales para demostrar que el estudiante o alumno tiene la habilidad y conocimiento vasto y amplio como para impartir cátedra en dicha todas las materias de su área de conocimiento. De no aprobar los exámenes, el estudiante no podrá continuar con su preparación académica y será expulsado de la universidad.

Unos hombres que decidieron ser estudiantes o alumnos, y que fueron conocidos como "discípulos", habían decidido seguir a Jesús para aprender de él. Pero este día en particular me parece que Jesús ha decidido ponerle un examen "calificador" a sus discípulos. Quería ver lo que había aprendido al haberle seguido durante todo este tiempo.

Veamos el examen calificador y las calificaciones obtenidas.

[27] Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?
[28] Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas.
[29] Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo.
[30] Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno.
[31] Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.
[32] Esto les decía claramente. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle.
[33] Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: !Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

Usted notará que en el versículo 27, Marcos dice que mientras Jesús estaba "en el camino", y no esta muy claro de primera vista hacia donde se dirige. En este punto, en el Evangelio, el rumbo de la historia está a punto de cambiar drásticamente. Hasta este punto, Jesús ha experimentado la popularidad, pero en los próximos capítulos los ánimos van a cambiar. Jesús se dirige su atención a la cruz... "en el camino" a su muerte; pero se detiene y le hace una pregunta a sus discípulos.

"¿Quién dicen los hombres que soy yo?"

Jesús decide hacer una encuesta entre sus discípulos ahí en plena calle. En respuesta, los discípulos le contestan: "Juan el Bautista", debido a que algunos (como Herodes por ejemplo) pensaban que Juan el Bautista había resucitado de la tumba. Otros decían: "Elías", porque fue uno de los profetas más poderosos y venerados en Israel. Otros no sabían quién era, pero todos sabían que era un profeta enviado por Dios. El día de hoy sería como comparar a Jesús con Billy Graham, Rick Warren, o Charles Stanley. No son malos pero, francamente, no son lo suficientemente buenos. Las personas consideraban a Jesús como alguien bueno, pero no como el Mesías o Dios mismo.

El día de hoy pasa algo similar. A Jesús se le considera uno de los más grandes maestros morales de todos los tiempos. Se le considera uno de los grandes líderes religiosos que han caminado sobre la tierra. Pero eso es todo. Sin embargo, Jesús dijo de sí mismo, "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí!" Suena como si fuera una solución muy angosta y tal vez lo es, pero también es lo suficientemente ancha para todos.

Ahora, Jesús vuelve su atención a la verdadera pregunta del día. Y les dice: "¿Y ustedes, quién decís que soy yo?" Vera usted, en realidad, no importa mucho lo que otros piensan acerca de Jesús, porque su relación con Dios no se basa en las opiniones de otros. Jesús quiere saber lo que usted piensa acerca el particularmente.

Pedro tomó la iniciativa y dijo: "Tú eres el Cristo"... el Mesías... el ungido. Durante siglos, los Judíos habían estado anhelando y orando por el Cristo... por la venida del Mesías que los libertaría. Tal vez Pedro soñaba con el "Hijo de David", que vendría a restaurar la imagen gloriosa del pueblo de Dios y echaría fuera a los romanos. Así que cuando Pedro declaró: "tú eres el Cristo", declaró su absoluta fe y confianza en Jesús. Tú eres el único que tiene el poder y la autoridad para hacernos libres. Tú eres el ungido y enviado por Dios para cambiar el mundo y quiero estar ahí contigo cuando todo suceda.

Esta declaración era cierta. Jesús era el Mesías. Él era mucho más que un buen maestro... él era el Cristo... él era el hijo del Dios viviente. Mateo nos dice que Jesús felicita a Pedro por su observación y revela que sólo con la ayuda de su Padre celestial Pedro pudo conocer esta verdad.

Ahora, el todo estaba listo para que Jesús revelara el misterio de su misión. Dado que ellos creían que él era el Mesías, Jesús quiso revelar el verdadero alcance de su misión.

Después de la declaración de Pedro, Jesús comenzó (vea verso 31) a "enseñarle" a sus discípulos que "el Hijo del Hombre debía sufrir." Este título de "Hijo del Hombre" significaba que Jesús era mucho más que un ser humano. Era un nombre simbólico para el Mesías. Y en la emoción Pedro y los demás fueron sorprendidos por Jesús cuando dijo que “tenia que sufrir”. No puede ser, el Mesías que todos esperamos no termina sufriendo; Él viene como nuestro héroe, no como un hombre débil. Jesús añade, "y va a ser rechazado por los ancianos, sumos sacerdotes y maestros de la ley." Es decir, que aquellos que deberían confirmar su estatus de Mesías lo iban a desacreditar; para los discípulos fue inaudito.

Para empeorar las cosas, añade "que él debe ser muerto." Hay que matarlo. Hagamos una pausa por un minuto, y profundizar en este punto. ¿Por qué Jesús DEBE ser asesinado?

Vera usted, de acuerdo a la lógica de los discípulos y mucha mas gente, dado que el Mesías iba a ser un descendiente de David, no podía ser asesinado porque David no murió a manos de sus enemigos. No, él mató a sus enemigos. Si el Mesías iba a ser igual que David, entonces ¿por qué Jesús esta hablando de la muerte? Ellos estaban buscando un héroe conquistador para liberarlos de Roma, pero Jesús vino a ser un héroe conquistador que iba a dejarlos en libertad de ellos mismos... dejarlos en libertad para ser ellos mismos... dejarlos en libertad gracias a su muerte y resurrección.

Para que Jesús fuera el Mesías tenía que ser ejecutado... tristemente asesinado a manos de los mismos que deberían haberle adorado y servido pero no lo hicieron. La declaración "debe sufrir" creó una tormenta en los corazones y las mentes de los discípulos.

Jesús cierra diciendo, "y después de tres días... resucitar." Cuando usted este parado al el pie de la cruz no se olvide de la tumba vacía. Son las dos caras de una misma moneda. No puede tener uno sin el otro. La cruz es esencial para entender la magnitud de la resurrección.

De hecho, Pedro, el que contestó la primera pregunta, decidió que tenía que hacerle entender a Jesús quién era Él realmente. Obviamente, Él no necesita su opinión. Y usted se dará cuenta de que Marcos dice que Pedro "llevó a Jesús aparte y lo reprendió." Wow, qué tonto. ¿Qué estaba fumando Pedro? ¿Como se le ocurre "reprender" al Mesías? Pedro no quería permitir que Jesús echara a perder sus planes.

En respuesta Jesús le dice a Pedro "¡Quítate de mi vista, Satanás!". "No te estas fijando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres." En este momento crítico, Satanás había aprovechado la oportunidad y ahora estaba usando un discípulo de Jesús como peón.

Jesús quería que Pedro abriera los ojos y que no se conformarse con un reino terrenal cuando pudiera fijar sus metas hacia el Reino de los cielos.

Es fácil para nosotros permitir que las cosas de este mundo eclipsen y oculten las cosas de Dios. Deseamos conformarnos con cosas en lugar de tener un Salvador. Pero Jesús no va a dejar que cometamos ese error fatal. Él nos va a enfrentar, porque Él nos ama.

Entonces, ¿cómo respondió Pedro a este desafío? Yo creo que Jesús da la respuesta en el siguiente estudio. La próxima semana vamos a profundizar esto, pero no podemos terminar esta historia sin leer estas palabras de los labios de nuestro Maestro. Él dijo:

[34] Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
[35] Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
[36] Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
[37] ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
[38] Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

Jesús llama a las multitudes ya sus discípulos a cargar una cruz... a morir con el... a perderlo todo. Cierra diciendo SÍGUEME.

¿Cómo vamos a responder? ¿Nos conformaremos con un reino terrenal, cuando Jesús murió y resucitó para que se viva desde adentro hacia afuera. Él quiere que usted viva plenamente. Quiere transformar su corazón. Él quiere librarte del pecado. El camino es simple, pero difícil. ¿Estamos dispuestos a negarnos a nosotros mismos? ¿Estamos dispuestos a tomar su cruz y morir? ¿Estamos dispuestos a seguir a Jesús donde quiera que el nos lleve? Espero y oro para nuestra respuesta sea SÍ... un rotundo sí.

sábado, 21 de julio de 2012

Abre Mis Ojos // Marcos 8:22-26

Una de las mejores cámaras que usted puede conseguir en estos dias puede venir con un buen lente para enfocar los objetos con buena precision. Puede venir con un sensor de fotones muy bueno y una apertura bastante buena. Podría ser de alta resolución, de aproximadamente 15 mega-pixeles. Usted puede conseguir una de estas cámaras por alrededor de 200 dólares. En contraste, el ojo humano tiene la retina, la córnea y el iris que controlan la absorción de fotones, apertura, la exposición, e incluso puede percibir hasta 576 mega-píxeles; un transplante de ojos puede costar hasta 15,000 dólares, además de los tratamientos, y además del precio del ojo. Por eso hay un dicho mexicano que dice "me costó un ojo".

Esta mañana vamos a ver una historia sobre la vida de Jesús que narra cuando sanó a un ciego en la pequeña aldea de Betsaida. Antes de leer la historia quiero que recordemos el contexto de esta historia, porque sospecho que Marcos situó estratégicamente esta historia para hablar no sólo a nuestra condición humana (física), sino también a nuestra condición espiritual.

Inmediatamente antes de esta historia Jesús reprendió a sus discípulos por su ceguera espiritual. Él les reprendió por su incapacidad de ver la realidad ante sus ojos. Jesus les dijo, "¿Tienen ojos, pero no ven? ¿Tienen oídos pero no oyen?", Concluyó diciendo:" ¿Todavía no entienden?" En este momento la historia continue y ahora nos encontramos con Jesús en Betsaida con el ciego.

Por otro lado, inmediatamente después de esta historia, Jesús les pone a sus discípulos un "examen parcial", por así decirlo. Él les preguntó directamente "¿Quién decís que soy yo?" Pedro, el apóstol, exclama: "¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." Los ojos de Pedro se han abierto y confesaba todo lo que Jesús era realmente.

Con esto en mente, echemos un vistazo de cerca a esta historia. Marcos escribió:

[22] Llegaron a Betsaida, y le trajeron un ciego y le rogaron que lo tocara.
[23] Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: ¿Ves algo?
[24] Y levantando la vista, dijo: Veo a los hombres, pero los veo como árboles que caminan.
[25] Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y lo veía todo con claridad.
[26] Y lo envió a su casa diciendo: Ni aun en la aldea entres.

Jesús se encuentra en la pequeña aldea de Betsaida. En esta ocasión, un grupo de amigos traen a Jesús un hombre que es ciego. La historia no nos dice si él era ciego de nacimiento, o si perdió la vista debido a alguna enfermedad o alguna lesión. Sin embargo, se deriva de los detalles que debe de haber podido ver antes, porque cuando su vista fue parcialmente restaurada dijo que vio "hombres caminando como árboles." Si él nunca había visto antes, entonces él no podría saber la diferencia.

Una vez más Jesús trató a un hombre con gran consideración y compasión. Él lo lleva lejos de las multitudes, donde ya no es un espectáculo para aquellos que les gusta curiosear. Quería tener cara a cara a este hombre en privado. Una vez que encuentran un lugar apartado, tranquilo, Jesús escupe y toca los ojos. En el mundo antiguo mucha gente ponía su fe en el poder curativo de la saliva. De hecho, incluso en el mundo moderno también tenemos la misma confianza. ¿Cuántos de nosotros no creíamos que un beso de nuestras madres nos podría aliviar el dolor de un golpe o raspadura? ¿O cómo cuando usted se golpea o quema un dedo se lo pone en la boca para calmar el dolor? De la misma manera Jesús usó una creencia común para realizar la curación.

Jesús ungió los ojos del ciego con su saliva, y sondeó al hombre con la pregunta "¿Qué ves?", Contestó el hombre, "veo a la gente... se ven como árboles que caminan." En otras palabras, puedo ver pero no puedo dar sentido a lo que veo. Ya no soy ciego, pero tampoco tengo una visión clara.

Una vez más Jesús aplicó saliva a los ojos del hombre, y Marcos registra gráficamente lo que sucede: "Entonces sus ojos se abrieron, su vista fue restaurada, y lo veía todo con claridad" En lugar de utilizar una palabra para describir la curación, Marcos se describe la curación con tres palabras poderosas.

En primer lugar, dijo, "sus ojos fueron abiertos" o, literalmente, “levantó los ojos y podría enfocar su vista en objetos distintos." A esto añadió: "Su vista fue restaurada", literalmente, podía ver a la distancia, en nuestra terminología tenia visión "20 x 20". No hay más confusión en su vista. No hay más sombras o puntos ciegos. Él podía ver. Marcos añade que no sólo podía ver, pero "lo veía todo con claridad" o claramente incluso a distancia. Su mundo se presentó ante él con colores brillantes y llamativos. Su oscuridad, fue reemplazada por la belleza del universo, con todo su color y vitalidad.

De la mano de Jesús, este hombre dejó la oscuridad eterna, y pudo percibir el mundo brillante, la vida, y los colores. Sus ojos se abrieron y su mundo se había transformado.

También Jesús estaba enseñando una "parábola viviente" acerca de nuestra propia ceguera espiritual y cómo solo Él puede abrirnos los ojos para ver.

La historia de esta curación está situada justo en el medio de dos momentos dramáticos en el camino espiritual de los discípulos. En un momento anterior Jesús ha confrontado la ceguera espiritual de sus discípulos cuando ellos no pudieron ver lo que tenían a su alrededor. Él se enfrenta a ellos con este comentario: "¿Todavía no entienden?"

Inmediatamente después de este milagro de sanidad, Jesús les pregunta a sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que soy yo?" Siguió con la pregunta clave de del examen parcial, "¿Quién decís que soy yo?" En esta pregunta Jesús no está tratando de averiguar lo que creen acerca de él, sino que quiere obligarlos a definir lo que realmente creen. En respuesta a esta pregunta, Pedro declara, "Tú eres el Cristo... el Hijo del Dios viviente." No, Pedro no es ciego. Él puede ver, pero como veremos la próxima semana, Pedro seguía viendo las sombras y los puntos ciegos.

Así que en esta "parábola viviente" hay tres lecciones que necesitamos aprender acerca de los reinos espirituales. La primera lección y la más básica que debemos aprender es que Jesús y solo Jesús puede abrir los ojos de los ciegos espirituales. Hay muchos que pretenden dar vista a los ciegos, pero Jesús les llama al igual que los fariseos: "guías ciegos".

En Mateo 15, se relata la historia de los fariseos que se confrontan a Jesús acerca de que sus discípulos no se lavaban las manos antes de comer. Hablando de ellos, dijo:

[14] Déjenlos: son ciegos guías de ciegos. Si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en un hoyo.

Hay muchos en el mundo que garantizan que nos pueden abrir los ojos, pero debemos tener mucho cuidado. No debemos olvidar lo que Jesús dijo: "Si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo."
Jesús demuestra en esta historia que sólo él tiene el poder divino para abrir los ojos de los ciegos, sobre todo los ciegos espirituales.

Una segunda lección se centra en el hecho de que esta curación no se hizo en medio de las multitudes, sino más bien en la intimidad simple de una reunión privada con Jesús. No me malinterpreten, creo que Dios puede hablar con usted en un lugar lleno de gente, por ejemplo en la Iglesia, pero Jesús hace su obra más importante en lo privado y en la soledad. Si nuestros encuentros con Jesús sólo ocurren en lugares públicos, nos estamos perdiendo de las alegrías más grandes. Jesús quiere llevarnos a lo privado y abrirnos los ojos. Él quiere tocarnos profundamente. Quiere estar en las partes más íntimas de nuestro corazón y de nuestra vida. Quiere hacer que cobremos vida desde adentro hacia afuera.

Otro mensaje de gran alcance de esta "parábola viviente" gira alrededor de este inusual evento de curación "gradual". Jesús restauró la vista del hombre en etapas, por así decirlo. Al principio sólo podía ver descoloridas imágenes confusas, pero al tiempo, Jesús había terminado con él, sus ojos enfocaron, recobró la vista, y pudo ver con claridad.
Me parece que Jesús está dando palabras de animo a sus discípulos en su ceguera temporal porque en el momento que Jesus les de su toque personal, todas las cosas comenzarán a tener sentido y a ser claras frente a sus ojos. La visión espiritual no siempre viene en una instancia. Para muchos de nosotros, si no es que para todos nosotros, es una jornada... es una experiencia de crecimiento... se necesita tiempo y el toque de Jesús.

¿Estamos listos para comenzar nuestra jornada espiritual? ¿Hacia dónde vamos ahora?
Busquemos a Jesús en los lugares privados de nuestra vida. Busquemos la privacidad. Abramos su Palabra con esta oración en nuestros labios: "Señor abre mis ojos para que pueda verte a ti ya tu verdad en cada página y en cada historia." Busquemos a Dios en las huellas dactilares a nuestro alrededor... busquemos lo al amanecer cuando sale el sol dando inicio a un nuevo día, y en la puesta de sol que da color y final un día, con colores tan llamativos. Busquemoslo en la cara de nuestros hijos. Busquemoslo en las circunstancias de nuestra vida. No nos conformemos a las cosas de la este mundo, busquemos al Salvador y dador de vida, a Jesús!
No hay necesidad de que nadie camine en las sombras, vengamos a Jesús y dejemos que nos toque y abra nuestros ojos.

domingo, 15 de julio de 2012

¿Todavía no entienden? // Marcos 8:1-21

Existen ocasiones en las que uno se puede comportar como si en realidad Dios no existiera. Nos ponemos a pedirle todo tipo de cosas que prueben que el existe, o simplemente pruebas de que tal o cual cosa es su voluntad. A veces caemos en el error de pensar que Dios tiene un poder limitado a nuestras capacidades mentales y perdemos de vista aquella doctrina fundamental de un Dios todo poderoso que aunque no se deja llevar por pasiones terrenales, siente compasión por su gente, y cuida de sus necesidades. Lea conmigo la siguiente escritura:

[1] Un día en que de nuevo se había juntado mucha gente y no tenían nada que comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
[2] Siento compasión de esta gente, porque ya hace tres días que están aquí conmigo y no tienen nada que comer. [3] Y si los mando sin comer a sus casas, pueden desmayarse por el camino, porque algunos han venido de lejos.
[4] Sus discípulos le contestaron: ¿Pero cómo se les puede dar de comer en un lugar como éste, donde no vive nadie?
[5] Jesús les preguntó: ¿Cuántos panes tienen ustedes?
Siete, contestaron ellos.
[6] Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó en sus manos los siete panes y, habiendo dado gracias a Dios, los partió y se los iba dando a sus discípulos, para que ellos los repartieran entre la gente, y así lo hicieron. [7] Tenían también unos cuantos pescaditos; Jesús pronunció sobre ellos la bendición, y también mandó repartirlos. [8] Todos comieron hasta quedar satisfechos, y recogieron los pedazos sobrantes en siete canastas. [9] Los que comieron eran cerca de cuatro mil. Luego Jesús los despidió, [10] subió a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.

No debemos confundir esta historia con aquella historia donde Jesús alimenta a cinco mil personas, ambas son similares, pero las cantidades, el lugar, el énfasis varían. En esta ocasión notamos que los discípulos de Jesús llevan tres días completos siguiéndole y escuchando sus enseñanzas. Tres días en los cuales la gente probablemente haya llevado provisiones las cuales pudieron durar hasta el final del primer día, o tal vez el segundo, o tal vez algunos descuidados ni siquiera llevaron algo de comer. Y Jesús muestra compasión por su gente; a Jesús le conmueve ver la necesidad de las personas, y decide hacer algo, y platicando con sus discípulos, llegan a la conclusión de que la cuidad mas cercana esta lo suficientemente lejos como para que cualquiera que intente ir a comprar algo de comer caiga desmayado del hambre en medio del desierto.

Entonces Jesús hace una pregunta importantísima: “cuantos panes tienen?”. Es de suma importancia que entendamos que los milagros empiezan de lo que tenemos en nuestras manos. Tenemos que tener disponible algo para que Dios haga el milagro. Es importante que haya disponibilidad de cuerpo, mente, espíritu, y posesiones: todo es de Dios, y el nos ha dado lo que tenemos para que lo administremos. A la hora de hacer un milagro, Dios va a empezar con lo poco o mucho que pongamos a su disposición.

Jesús procedió a dar gracias, pienso yo que podría haber dado gracias por adelantado. Dio gracias a su padre por las cosas que el iba a hacer con esta gente. Dio gracias por el milagro inminente que haría que todos ellos fueran testigos de del poder de Dios y por la fe de ellos entender que Jesús realmente era el Hijo de Dios. Y así sucedió, ellos todos fueron saciados, llenos... ellos experimentaron esa sensación que nosotros el día de hoy podemos experimentar cuando vamos a comer a un bufete! Todos ellos vieron como hasta sobraron siete canastas llenas. Cuatro mil personas fueron alimentadas en aquella hora, y posteriormente, Jesús se retira con sus discípulos en una barca, dirigiéndose a la región de Dalmanuta. Veamos lo que dice la escritura.

[11] Llegaron los fariseos y comenzaron a discutir con Jesús. Y para tenderle una trampa, le pidieron que hiciera alguna señal milagrosa que probara que él venía de parte de Dios. [12] Jesús suspiró profundamente y dijo:
¿Por qué pide esta gente una señal milagrosa? Les aseguro que no se les dará ninguna señal.
[13] Entonces los dejó, y volviendo a entrar en la barca se fue al otro lado del lago.

Jesús fue cuestionando inmediatamente por un grupo de fariseos, los maestros de la ley, los conocedores de la Biblia, los religiosos que habían convertido seguir a Dios en una carga. Llegaron discutiendo y exigiendo que hiciera un milagro para demostrarles que El verdaderamente era el Hijo de Dios. Jesús responde diciendo que no les dará ningún tipo de señal. Y esto inevitablemente nos invita a ver que hay dos grupos de personas en esta historia: 1) aquellos que creen y siguen a Jesús, y se les da señal de que el es el Hijo de Dios; y 2) aquellos que dudan de Jesús, demandan señal de parte de El, y no se les dá ninguna. Claramente, los 4000 alimentados recibieron señal porque primeramente le creyeron y le siguieron. Pero los fariseos llegan demandando una señal de parte de Dios que corrobore que Jesús viene de Dios. Es absurdo! Es como si la creación de Dios, las estrellas, los mares, el sol, la luna, le pidieran a Dios una prueba de que el es el Creador de todo: es ridículo! Basta con que se observen a ellos mismos para entender que el Creador existe y es Dios. Los fariseos no tenían ningún derecho de demandar señales o milagros, no tienen ningún derecho de exigirle cosas a Dios. Mucho menos para demostrarle a ellos que Jesús era el Hijo de Dios. Es algo absurdo y Jesús responde fuertemente a lo absurdo diciéndoles que no recibirán señal. Esta generación no recibiría ninguna señal.

En cierta manera se asemeja a lo que sucedió con aquel varón de Dios llamado Moisés y el pueblo de Israel en el antiguo testamento. Dios se manifestó dando señales, una tras otra, plagas para que los israelitas fueran liberados de la esclavitud. Ellos, por el poder de Dios, cruzaron el mar rojo en seco y a pie. Ellos fueron testigos de una nube en medio del desierto que significaba la presencia de Dios con ellos. Por la noche ellos recibían el calor y la luz de una columna de fuego puesta por Dios para su protección y bien estar. Ellos comieron el mana, pan del cielo, que venia a ellos todos los días sin faltar uno solo, sin que les faltara que comer ni un solo día. Todos fueron llevados a la tierra prometida, enviaron soldados espías para ver la tierra prometida, y dijeron: si, esta es la tierra que Dios nos ha prometido... pero... hay gigantes. Es decir, todos ellos vieron, milagro tras milagro, fueron testigos de la presencia de Dios, conocieron el poder de Dios, y a la hora que tenían que demostrar confianza en Dios, le fallaron. Por causa de su falta de confianza en Dios, toda aquella generación, murió en el desierto y jamás vio la tierra prometida. Los fariseos, habían estudiado la ley de Dios; conocían todas las historias de milagros de Dios; habían estudiado aquellos testimonios de un Dios misericordioso y justo; y a la hora de creerle a Dios, le estaban dando la espalda y desconfiando de El, pidiéndole una señal... que absurdo. Inmediatamente Jesús se retira con sus discípulos y se van al otro lado del rio. Veamos lo que dice la escritura:

[14] Se habían olvidado de llevar algo de comer, y solamente tenían un pan en la barca. [15] Jesús les advirtió:
Miren, cuídense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.
[16] Los discípulos comentaban entre sí que no tenían pan.
[17] Jesús se dio cuenta, y les dijo:
¿Por qué dicen que no tienen pan? ¿Todavía no entienden ni se dan cuenta? ¿Tienen tan cerrado el entendimiento? [18] ¿Tienen ojos y no ven, y oídos y no oyen? ¿No se acuerdan? [19] Cuando repartí los cinco panes entre cinco mil hombres, ¿cuántas canastas llenas de pedazos recogieron?
Ellos contestaron: Doce.
[20] Y cuando repartí los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas recogieron?
Contestaron: Siete.
[21] Entonces les dijo: ¿Todavía no entienden?

Jesús, aun consternado con la incredulidad de los fariseos, les dice que se cuiden de la levadura de los fariseos. La levadura para ellos era muy conocida. Era algo muy pequeño que reaccionaba con la masa del pan y lo transformaba de una manera impresionante. De algo muy pequeño se podía hacer algo muy grande. Jesús les quería decir que se cuidaran de tener alguna falla, algún pecado, por mas pequeño que este fuera, porque tarde o temprano, podría transformarles la vida, podría convertirse en algo bastante grande. En el caso de los fariseos, su pequeño error fue ser demasiado celosos de la ley de Dios, de tal manera que fue creciendo y creciendo su celo hasta que lo llevaron al extremo, haciendo imposible el cumplir la ley de Dios, y cuando tuvieron a Dios en persona, no lo quisieron reconocer porque no era de la manera que ellos pensaban que sería. Cuídense de esas cositas pequeñas que pueden cambiar su vida para mal, les dijo Jesús. Sin embargo ellos pensaban que Jesús se refería al hecho de que ellos simplemente traían un pedazo de pan para comer.

Los discípulos discutían entre si, tal vez se echaban la culpa de no haber traído pan, y se preocuparon de no tener que comer. Y cuando Jesús menciona la levadura, ellos inmediatamente asumen que están en problemas por no traer pan. Ellos cayeron en un gravísimo error, semejante al del pueblo de Israel y Moisés, ellos vieron milagro tras milagro, y a la hora de demostrar confianza en Dios, fallaron. Los discípulos vieron a 5000 alimentados con cinco panes, a 4000 alimentados con siete panes, y aquí ellos están en una barca, doce discípulos y un solo pan, y están preocupados! Es increíble! Como puede ser que duden que Jesús puede alimentarlos con solo un pan, después de haber visto todo lo que vieron? Pues con justa razón Jesús les recuerda lo que acaba de pasar. El les dice “se acuerdan de cuando alimente a 5000 con cinco panes? Cuantas canastas sobraron?” Y ellos respondieron “doce”... pero estoy casi seguro que en este momento ninguno de los discípulos estaba haciendo contacto visual con Jesús; probablemente todos tenían la cabeza inclinada como aquel padre que le llama la atención al hijo, y el hijo sabe que hizo mal. Jesús les llama la atención, a recordar lo que vieron y lo que oyeron. Y cierra con una pregunta retorica: “todavía no entienden?” todavía no saben que estando conmigo no les faltara nada? Todavía no saben que con un solo pan que pongan a mi disposición se puede hacer un milagro? Querido lector, la respuesta es obvia: Jesús puede hacer un milagro con lo poco que tengamos y que estemos dispuestos a ponerlo ante El... así es como empiezan los milagros.

La actitud de los discípulos nos regala una gran enseñanza: “La manera en que vivimos nuestras vidas, muestra donde esta nuestra confianza.” Los discípulos, al discutir entre ellos mismos acerca del pan, mostraba que ellos confiaban en si mismos, en vez de confiar en Dios. Pero, ¿que hay de nosotros? Vivimos en tiempos difíciles financieramente hablando; y, ¿en quien vamos a confiar? ¿En nosotros mismos, o en Dios? También vivimos tiempos en que la familia esta siendo atacada duramente por la indiferencia y la inmoralidad, pero, ¿como vamos a reaccionar? ¿En quien vamos a confiar? Mi oración es que usted y yo podamos poner nuestra confianza en Jesús, porque El, realmente, es el Hijo de Dios. No se permita dudar por un segundo, confiemos en el Dios nuestro Padre que hace milagros, en nuestro Dios, Jesús, que se compadece de nosotros, y en nuestro Dios, el Espíritu Santo, que nos guía en todo momento.

miércoles, 4 de julio de 2012

Nacion Escogida por Dios // Salmos 33:12-22

En un brillante y fresco día en 1776, miembros del congreso continental estaban reunidos en la ciudad de Filadelfia, Pensilvania. Ellos estaban ahí para votar sobre un documento llamado “Declaración de Independencia”, escrito por Thomas Jefferson. Mientras tanto el ejercito y tropas de Inglaterra estaban listos para la guerra al desembarcar en los puertos de New York. Benjamín Franklin le dijo a los miembros del congreso: “Todos debemos mantenernos unidos, o seguramente todos vamos a colgar por separado.”  En ese mismo momento se firmo la declaracion de independencia de los Estados Unidos siendo John Hancock el primero en estampar su firma y dar inicio a la guerra de independencia.

Siete años de guerra y persecución, hasta que por fin, George Washington, Comandante General de las fuerzas armadas dio comunicado de que la paz se había logrado, y que se habían firmado acuerdos de paz con el enemigo. Sin embargo, hubo un problema. Con la guerra y otros factores, el congreso continental se había quedado en bancarrota; y no había dinero para pagarle a todos los soldados que estuvieron dando su vida en la linea de batalla sirviendo a su país. Era una situación terrible y muy seria; al grado que los oficiales de las fuerzas armadas decidieron reunirse en secreto y a espaldas del General George Washington, para planear una acción militar en contra del congreso.

El Gral. Washington se entera de dicha reunión y les pide que no se reúnan en secreto, que lo hagan abiertamente, y les pidió que se reunieran en publico el 17 de Marzo de 1783 en la ciudad de Newburgh, New York. Los oficiales militares tenían el entendido de que se reunirían sin el Gral. Washington, sin embargo, el decidió presentarse en el lugar. Cuando entro, hubo un ambiente tenso y frio, todos estaban convencidos de que el Gral. Washington era en parte responsable de la situación en la que los soldados se encontraban. Entonces cuando el tomo el podium, no tuvo la bienvenida que se hubiera esperado. El Gral. Washington dio un discurso que había preparado con el objetivo de persuadirlos a que le dieran mas tiempo al congreso para que hiciera las cosas como deberían de ser, y así enmendar su error.  Sin embargo, nadie fue conmovido a misericordia, nadie tuvo piedad, el ambiente siguió igual o peor de tenso.

Entonces el Gral. Washington antes de retirarse, saco una carta de su bolsillo, una carta de parte del congreso. El intentaba leerla, se la acercaba y alejaba tratando de enfocar y batallando para reconocer lo que en ella estaba escrito, ya que la luz era muy débil en el lugar. Hizo una pausa y con su otra mano saco unos lentes de aumento, mientras el decía: “Caballeros, les suplico me disculpen, permitanme sacar los mira-lejos”, los cuales odiaba usar y jamas había sacado en publico. Antes de leer la carta dijo en un tono profundamente mortificado y avergonzado: “Les ruego me disculpen, pero como ustedes saben, en esta guerra he sufrido bastante de la vista, me he quedado casi ciego, y el cabello que solía ser negro, después de 7 años ha quedado gris, todo por servir a mi país.” Empezó a leer la carta, pero su voz se quebrantaba al igual que su compostura, así que mejor abandono la sala sin decir una sola palabra mas.

En ese momento todos los espectadores fueron conmovidos, incluso aquellos que habían peleado la batalla hombro a hombro con el Gra. Washington irrumpieron en llanto al recordar aquellos sufrimientos y sacrificios que todos tuvieron que experimentar en el campo de batalla, todo por lograr ser un país libre.  En ese mismo día, todos votaron unánimemente no tomar ninguna acción en contra del congreso, y decidieron poner toda su confianza en Dios, en que el proveería para todas las necesidades de sus soldados y de ellos mismos. Es así como la el país de los Estados Unidos se llega a formar en base a una confianza plena en Dios, esa misma confianza que sigue siendo imprimida en los billetes de un dolar.

El Salmista escribió lo siguiente con respecto a la relación entre Dios y las naciones:
[12] ¡Dios mío, tú bendices al pueblo que te reconoce como Dios!  ¡Tú bendices a la nación que te acepta como dueño!  [13-14] Desde tu trono en el cielo te fijas en toda la gente;
desde tu trono vigilas a todos los habitantes del mundo.  [15] Tú creaste la mente humana y sabes bien lo que todos hacen.  [16] No hay rey que se salve por tener muchos soldados, ni hay valiente que se libre por tener mucha fuerza.  [17] De nada sirven los caballos para ganar una guerra, pues a pesar de su fuerza no pueden salvar a nadie.  [18] Pero tú cuidas siempre de quienes te respetan y confían en tu amor.  [19] En tiempos de escasez, no los dejas morir de hambre.
[20] Tú nos das tu ayuda, nos proteges como escudo. Por eso confiamos en ti.  [21] Nuestro corazón se alegra porque en ti confiamos.  [22] Dios nuestro, ¡que nunca nos falte tu amor, pues eso esperamos de ti!  Salmos 33:12-22 (TLA).

Mientras una nación reconozca a Dios como su Señor, Dios la va a bendecir. A veces decimos reconocer a Dios pero en realidad no lo hacemos.  A veces pensamos que por tener un gran ejercito, una gran armada, o los mejores vehículos de guerra y aviones, con eso estaremos a salvo, o seguros. Pero Dios es el que esta en control de todas las cosas, y el salmista nos ayuda a entender que Dios siempre vigila desde lo mas alto, y debemos respetarle porque el es capaz de hacer y deshacer con simplemente hablar. Basta que el lo quiera hacer y se hace al instante. Ese el el Dios que hay que respetar, porque ningún ejercito puede vencerlo.  Como hijos de Dios debemos siempre temerle, pero con reverencia, no con miedo, sino con respeto a lo que el representa y puede hacer si es su voluntad.  La nación de los Estados Unidos, si alguna vez ha sido bendecida grandemente por Dios, ha sido porque le han respetado como Creador y Líder supremo de todos sus estados.  Lamentablemente, muchos han perdido ese temor, especialmente los jóvenes, y parece que las consecuencias se están viendo poco a poco.

Como padres de familia, debemos primeramente inculcarle a los hijos el respeto hacia Dios. Debemos proteger a toda costa el beneficio de tener el respaldo de Dios.

Un día miércoles 19 de abril de 1865, fue un día triste para los Estados Unidos; ese día fue el funeral de el presidente Abraham Lincoln. Un pastor amigo del presidente fue escogido para predicar en el funeral, ya que el había estado en contacto cercano con el presidente por algún tiempo.  El día del funeral el pastor Simpson recordó que un día cuando hablaba con el respecto de algun asunto de importancia el pastor dijo “yo solo espero que Dios este de nuestro lado”. A lo que el presidente contesto un poco molesto: “el que Dios este de nuestro lado no me preocupa en lo mas mínimo. Pero es mi oración ansiosa y constante que yo y nuestra nación estemos siempre del lado del Señor.”

Que verdad tan importante compartió el presidente Lincoln, y quedo grabada para la historia. Afortunadamente, el secreto para que siempre estemos del lado del  Señor es el que aparece en los versos [18-21]: “Pero tú cuidas siempre de quienes te respetan y confían en tu amor.  En tiempos de escasez, no los dejas morir de hambre. Tú nos das tu ayuda, nos proteges como escudo. Por eso confiamos en ti.   Nuestro corazón se alegra porque en ti confiamos.”.  El secreto esta en respetar a Dios y confiar en su amor. Esas dos cosas son garantía de ayuda y protección de Dios. Y es porque el presidente Lincoln entendió eso, que en los billetes de un dolar se encuentra la inscripción “En Dios Confiamos”.

Mi oración también es que todos nosotros siempre le temamos al Dios todopoderoso, el temor respetuoso y reverente que reconoce su autoridad y soberanía, y que también confiemos plenamente en su amor. Debemos confiar que cualquiera que sea nuestra situación, el va a tener cuidado de nosotros. Para Dios no hay nada imposible, basta que el hable para que las cosas se hagan. Ya es tiempo que respetemos mas a Dios y que confiemos mas en su amor. Ya basta de ignorar su existencia y confiar en nosotros mismos.  Es tiempo de que Dios bendiga a nuestra familia, y a la nación en la que vivimos.

viernes, 29 de junio de 2012

Migajas // Marcos 7:24-30

No ha visto usted que cuando alguien tiene una emergencia, pareciera que nadie mas importa en el emundo mas que la persona que tiene la emergencia? Especialmente si son personas que se creen influyentes, piensan que por su posicion social tienen privilegios especiales. Pero siempre, por ley natural de Dios, estas personas son humilladas hasta que entienden que la vida que Dios quiere para nosotros no funciona asi.

En Marcos 7, se encuentra una historia muy similar. Veamos juntos los versículos 24-30:

[24] De allí se dirigió Jesús a la región de Tiro. Entró en una casa, sin querer que nadie lo supiera; pero no pudo esconderse. [25] Pronto supo de él la madre de una muchacha que tenía un espíritu impuro, la cual fue y se arrodilló a los pies de Jesús. [26] La mujer no era judía, sino originaria de Sirofenicia. Fue, pues, y rogó a Jesús que expulsara de su hija al demonio. [27] Pero Jesús le dijo: Deja que los hijos coman primero, porque no está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
[28] Ella le respondió: Pero, Señor, hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos.
[29] Jesús le dijo: Por haber hablado así, vete tranquila. El demonio ya ha salido de tu hija.
[30] Cuando la mujer llegó a su casa, encontró a la niña en la cama; el demonio ya había salido de ella.

Sí, Jesús se refirió a una mujer griega y su hija como perros. Originalmente la palabra se refiere a un perro como mascota o como "cachorro", pero como sea las llamó perros. Entonces, ¿qué es lo que sucede? ¿Por qué Jesús anda tan grosero? Veamos...

Marcos nos dice que Jesús viajó a Tiro, una comunidad dominada por los gentiles. Marcos agrega que Jesús "no quiere que nadie sepa" dónde anda. Él necesitaba estar a solas, pero fue imposible. Pronto se corrió la voz de que estaba en la ciudad y una mujer desesperada se dirigió a la casa donde estaba escondido.

Marcos nos dice que la mujer entra en la casa y se arroja a los pies de Jesús, rogando y suplicando que su niña sea libre de un mal espíritu, un espíritu inmundo, un demonio!  Uno, conociendo a Jesús podría pensar, de seguro el va a tener compasión de ella y la va a sanar al instante. Sin embargo, Jesús parece implicar que su hija va a tener que esperar... y lo peor fue que refiere a ella como "perro?" Francamente, pocos de nosotros podríamos comprender dicha declaración. De hecho, cuando se pone en el contexto histórico y la situación tan compleja entre Jesús y la mujer, entonces tiene mucho de sentido; de hecho, y sin duda, Jesús lo hizo con el propósito de poner a prueba su fe en él, en Dios.

Para entender esta situación tenemos que mirar ciertos hechos muy importantes. En primer lugar, Marcos nos dice que una "mujer" se acercó a Jesús. En el mundo antiguo era muy raro y poco natural para una mujer acercarse a un hombre, sobre todo a un rabino. Las mujeres iban a ser vistas, pero no escuchadas. Eran tratadas como un objeto. Ella no era cualquier mujer, era griega, y por lo tanto, era gentil. Durante siglos, los Judíos y los Gentiles habían peleado entre sí y, literalmente, se odiaban mutuamente. Para los Judíos, un gentil no era mas que un perro sarnoso callejero. Cuando Jesús usó la palabra "perro" sabía que ella exactamente lo que estaba diciendo, además probablemente ellos sentían lo mismo hacia él.

Desde que la mujer era griega, de Tiro, sin duda era probablemente muy sofisticada. Para agravar esta sensación de superioridad, ella era una "fenicia de Siria". Según el historiador Josefo estos eran archienemigos de los judíos y veían a los Judíos con una actitud de superioridad. En condiciones normales, la mujer ni siquiera habría asomado la nariz cerca de este pobre rabino galileo, pero por el contrario se encuentra pidiéndole ayuda.

El Dr. David Garland en su comentario sobre este pasaje señala que habría sido el equivalente a ver a una mujer muy rica en su limusina conducida por su chofer en Calcuta pidiéndole a la Madre Teresa a dejar a los pobres y moribundos para venir de inmediato a atender a su necesidades personales.

La relación entre esta mujer y nuestro Señor tenia muchas barreras humanas. 1) estaba la diferencia entre un hombre y una mujer, 2) un Judío y un gentil, 3) un griego y un galileo, 4) los pobres y los poderosos, y por si fuera poco el hecho de que su hija no estaba enferma, sino poseída por el demonio, 5) ella tenía un espíritu inmundo. Lamentablemente su niña podría estar sufriendo a causa del contacto con las tinieblas de parte del padre o la madre. En pocas palabras, las barreras entre Jesús y esta mujer hacia cualquier tipo de interacción literalmente imposible.

Sin embargo, Jesús no la rechaza sino que pone a prueba su corazón y sus intenciones. Jesús comienza diciendo: "Deja que los hijos coman primero" Aquí Jesús claramente señala que el pueblo de Israel tendría la primera oportunidad para ser bendecidos. Sin embargo la palabra "primero", implica claramente que un día los gentiles tendrían su turno. Es decir que Jesús estaba probando si la mujer se sujetaría a la soberanía del tiempo y plan de Dios. En pocas palabras, le estaba diciendo: "¿estás dispuesta a confiar en el tiempo de Dios y en su soberanía?" "¿Estás dispuesta a venir a Dios a Su manera y no a la tuya?"

Luego la parte más dura dice: "porque no está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros." Aquí Jesús le pone el dedo en la llaga, desafía su fe, y busca exponer su actitud hacia sí misma y hacia Dios. El termino del idioma original se refiere a un perrito como una mascota, pero de cualquier manera es algo duro para cualquier persona. Simplemente no suena como el Jesús que conocemos y amamos, porque hemos definido un concepto de Jesús en el cual el no nos habla fuerte. Pero debemos entender que Jesús es Dios y vendremos a él, en sus términos. Además él nos conoce muy bien. Él sabe cómo pensamos y cómo actuamos.

Entonces no debemos pasar por alto con qué clase de mujer Jesús lidiando. Se trata de una mujer desesperada, pagana que probablemente provenía de una familia poderosa rica,y muy probablemente le haya entregado su alma al las tinieblas por alguna razón. Una mujer acostumbrada a obtener lo que quería, aun si tenia que hacer pacto con el diablo. Parecía un buen negocio hasta que el diablo tomó a su niña. Ahora la mujer esta a los pies de Jesús pidiendo clemencia. Jesús quiere asegurarse de que entiende que ella no lo merece... y que si él le ayuda será por gracia unicamente.

Me temo que muchos de nosotros hemos desarrollado una actitud como si Dios no nos debiera algo. Como su su trabajo fuera cuidar de nosotros, no importando cómo vivimos nuestras vidas. Gracia, para muchos de nosotros, significa vivir como nos de la gana acudiendo a Dios sólo en situaciones de emergencia, y esperando que venga corriendo a ayudarnos de inmediato. Hay una lección muy dura que tenemos que aprender de esta historia. Tenemos que entender que no "merecemos" la misericordia de Dios.

Jesús la llamó un "perro" no por abusar de ella, sino porque la amaba y quería liberarla de la prisión que ella misma había creado. Jesús la puso en una posición difícil, ¿qué iba a decir o hacer ella? ¿se levantaría en contra de Jesús enfurecida? ¿se enfrentaría a Jesús y le golpearía? ¿trataría de humillar y exponer a Jesús?

Lo que ella responde es la mejor parte de la historia.
"Pero, Señor, hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos." Debo admitir que me quede impresionado con esa respuesta. Ella demostró un nivel de fe y humildad que en pocas personas se ve en la Escritura y mucho menos en la calle.

Las primeras palabras de sus labios muestran el corazón de alguien que entregó a Jesús. Cuando ella dijo: "Señor", ella estaba diciendo que estaba dispuesta a venir a Jesús en Sus términos. No iba a cuestionar su plan ni su imparcialidad.

Sin embargo en la misma frase, ella puso un “pero”. Casi nadie se atreve a ponerle peros a Jesús, y esta mujer se salió con la suya. Al usar estas palabras, ella demostró su conocimiento de quién era Jesús. Ella sabía que Jesús podía ver a través de ella, y que no debía intentar hacerlo tonto. Ella acepto su lugar como un "perro". Ella cree que para su hija, una simple "migaja" de la mesa, es suficiente. Eso es tener fe. Ella entendió que no merecía nada, pero que sin embargo, el era un Dios poderoso y misericordioso.

Casi puedo ver una sonrisa en el rostro de Jesús, cuando ella respondió de esta manera humilde y con fe. Él dice: "Por haber hablado así, vete tranquila. El demonio ya ha salido de tu hija." Su respuesta capturó su corazón y ganó su favor.
Jesús sabía que ella iba a confiar en él a pesar de que ella no podía ver lo que había sucedido en casa. Él sabía que ella confiaría en su palabra.

A veces usted y yo sentimos como que hay barreras enormes entre Jesús y nosotros. O peor aun, pensamos que Dios es una especie de rescatista cósmico que está sentado esperando a que lo llamemos.

Esta historia nos ayuda a ver, en primer lugar, que no hay barrera demasiado grande entre Jesús y nosotros. Y en segundo lugar, tengamos cuidado de no caer en  la trampa de creer que podemos venir a Jesús en nuestros propios términos. Si es cierto que el nos ama, pero no nos esperemos a que el nos llame la atención de una manera fuerte. Él nos ama lo suficiente como para llevarnos a nuestros límites con tal de exponer las mentiras en las cuales vivimos; el quiere que entendamos lo que realmente significa vivir por fe y por gracia.

Solo una pregunta queda por hacer ¿tendremos el mismo tipo de fe que esta mujer tuvo? Entonces, lancémonos con desesperación a los pies de Jesús, ahí hay misericordia y gracia infinita.

sábado, 9 de junio de 2012

Contra El Viento // Marcos 6:45-56


Hoy en día no tenemos tantos cuentos de hadas como los teníamos antes, solíamos tener más imaginación en aquellos tiempos, pero hoy me gustaría pedirle que imagine lo siguiente. Si pudiera usted elegir el poder de hacer milagros, ¿qué clase de milagro le gustaría poder hacer? Piense por unos segundos ...
¿Escogería caminar sobre el agua? Hum, probablemente no. Pero cambiando a la realidad, Jesús hizo muchos milagros que eran increíbles, pero uno de ellos parece ser fuera de lo común: El caminó sobre el agua. Vayamos brevemente en esta increíble historia.
[45] Después Jesús ordenó a sus discípulos que subieran a la barca y cruzaran el lago en dirección al pueblo de Betsaida, pero él se quedó en la orilla para despedir a toda la gente. [46] Luego de despedirla, se fue a un cerro a orar.
[47] Cuando llegó la noche, la barca ya estaba en medio del lago, pero Jesús aún permanecía en tierra. [48] Desde allí pudo ver que los discípulos remaban con mucha dificultad, pues navegaban contra el viento. Poco antes del amanecer, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando ya estaba cerca, hizo como que pasaría de largo. [49] Al verlo caminar sobre el agua, los discípulos creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar. [50] Estaban muy asustados, pero enseguida Jesús les dijo: “Tranquilos, no tengan miedo. Soy yo.”
[51] Entonces Jesús se subió a la barca, y el viento se calmó. Los discípulos estaban muy asombrados. [52] Tenían la mente cerrada, pues no habían entendido el verdadero significado del milagro de los panes.
[53] Después de cruzar el lago, llegaron al pueblo de Genesaret y ataron la barca en la orilla. [54] Tan pronto salieron, la gente reconoció a Jesús y [55] corrió por toda aquella región para llevarle enfermos. Cuando oían que Jesús estaba en un lugar, ponían a los enfermos en camillas y los llevaban ante él. [56] A dondequiera que iba Jesús, ya fuera por aldeas, pueblos o campos, la gente ponía a los enfermos en las calles. Y cuando él pasaba, le rogaban que dejara que los enfermos tocaran, por lo menos, el borde de su ropa. Y todos los que lo tocaban quedaban sanos. Marcos 6:45-56 (TLA)

Inmediatamente después de que Jesús alimentó los hombres de 5000, se mandó a sus discípulos entrar a un barco y cruzar el río. Jesús estaba tratando de enviarlos por delante para así poder tener un momento a solas con la gente y despedirlos. Jesús vio que la multitud quería hacerlo rey, y la intención de Jesús era explicarles que Su reino no era de este mundo, y entonces les dijo adiós a todos. Luego, se fue a la montaña a orar, Jesús hace eso muy frecuentemente, a él le gusta tener un momento a solas con su Padre en el cielo.
Cayó la noche, y los discípulos estaban en el medio del mar, algunos dicen que estaban aproximadamente a una distancia de 3.4 millas lejos de la orilla, y mientras tanto Jesús estaba orando en la montaña. Mas sin embargo, Jesús podía verlos desde la montaña luchando porque el viento soplaba en contra, de hecho, el escritor, Marcos, utiliza una palabra que describe a los discípulos experimentando dolor y frustración, y Jesús los estaba viendo.
A menudo, muchos de nosotros experimentamos lo mismo. ¿Ha estado usted en momentos difíciles, en los que se siente como si fuéramos contra el viento, que todo va mal, y nos preguntamos si Dios siquiera puede notarlo? Bueno, la respuesta es sí. Dios puede ver nuestras luchas.

No sólo Dios puede ver nuestras luchas, pero también Dios puede ver los corazones endurecidos. Si vamos adelante en el pasaje, Marcos nos dice que sus corazones estaban endurecidos porque ellos no entendieron la alimentación de los 5000. Ciertamente, Dios puede vernos luchando contra los problemas, pero si tenemos un corazón duro, será aún más difícil salir de ellos. Si carecemos de fe en Dios, lo estamos deshabilitando y no va a poder ayudarnos. Tengo miedo de pensar que a veces los corazones duros no están ahí afuera en el mundo, sino dentro de nuestro mismo grupo de creyentes, dentro de los mismísimos discípulos de Jesús, al igual que en esta historia. Los que estaban más cerca de Jesús, que fueron testigo de muchos milagros y predicaciones, son los de los corazones endurecidos.

Pero a pesar de su condición de Jesús fue hacia ellos, en un acto de misericordia, él quería estar allí. Y quería pasar de ellos. Ahora, esto puede ser un poco confuso, ya que acabo de decir que Jesús quería pasar por ellos. No creo que Marcos halla cometido un error al mostrar esta extraña declaración. Pero si usted ha leído su Biblia, particularmente el Antiguo Testamento, usted debe recordar historias como la de Moisés (Éxodo 3) y Elías (1 Reyes 19), cuando Dios pasó de ellos con el fin de mostrarles su gloria. Así que creo que esta es la declaración más impresionante del pasaje. Jesús quería mostrar la su gloria en medio de las dificultades, vera usted, Dios nos está viendo y viene hacia nuestra tormenta para mostrar su gloria.

Eso es todo? No! Dios también vendrá a nuestro barco para arreglar las cosas que no podemos arreglar. Él nos ha estado observando, como tratamos de sobrevivir en contra del viento, pero él vendrá a ayudarnos a cruzar. En la historia vemos que los discípulos ya se habían agotado, y en ese tiempo Jesús caminó sobre el agua, fue en algún momento entre las 3 a.m. y 6 a.m., en lo más oscuro de la noche. La situación no era una emergencia, los discípulos no estaban en riesgo de muerte, pero estaban cansados de intentar cruzar por ellos mismos. En la hora más oscura, experimentando el dolor de tantos intentos, Jesús decide mostrar su gloria y les ayuda. Ellos pensaron que era un fantasma, y tenían miedo, pero les dijo que tuvieran valor, "soy yo", dijo. En otras palabras, él dijo: "Anímense porque soy Yo". En el momento en que Jesús entró en la barca, se calmó el viento, y todos estaban asombrados. Ellos se sorprendieron literalmente. Hacía instantes que estaban luchando contra el viento y ahora el agua estaba quieta. Ese es el poder y la gloria que Jesús reveló a sus discípulos. Dios prometió cuidar de nosotros al cruzar las aguas, Isaías 43:2 dice lo siguiente:

“Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás”

Por lo tanto, si usted siente el viento soplándole en la cara, usted debería mirar a su alrededor, ya debería ver a Jesús en camino para ayudarle.