sábado, 18 de febrero de 2012

Jesús Tiene Talento, Mucho Talento // Marcos 3:20-30


Tiempo atrás, el joven Robert Griffin Tercero (RGIII), mariscal de campo de la Universidad de Baylor, llevo a su equipo a una de las temporadas mas inolvidables en la historia del deporte universitario. Cerca del final del torneo, el joven gano el maximo galardon a los atletas universitarios, RGIII gano el trofeo Heisman. Muchas televisoras quisieron entrevistarlo y se hizo uno muy famoso en un periodo de tiempo muy corto. Lo interesante de esto es que a todas las entrevistas que iba, el siempre llegaba acompanado de sus padres: ellos tambien se habian convertido en celebridades junto con su hijo. Si ponemos atencion a la historia de hoy, vamos a notar ciertas similaridades a lo que sucedió con RGIII y su familia. La Escritura dice:

“[20] Después de esto, Jesús regresó a la casa. Y era tanta la gente que volvió a reunirse, que ni él ni sus discípulos podían siquiera comer. [21] Cuando los familiares de Jesús supieron lo que hacía, fueron para llevárselo, porque decían que se había vuelto loco.
[22] Pero los maestros de la Ley que habían llegado de Jerusalén decían: “Este hombre tiene a Beelzebú, el jefe de los demonios. Sólo por el poder que Beelzebú le da, puede expulsarlos.”
[23] Entonces Jesús los llamó y les puso este ejemplo:
“¿Cómo puede Satanás expulsarse a sí mismo? [24] Si los habitantes de un país se pelean entre sí, el país acaba por destruirse. [25] Si los miembros de una familia se pelean unos contra otros, la familia también acabará por destruirse. [26] Y si Satanás lucha contra sí mismo, acabará con su propio reino.
[27] “Si alguien quiere robar todo lo que hay en la casa de un hombre fuerte, primero tiene que atar a ese hombre.
[28] “Les aseguro que Dios le perdonará a la gente cualquier pecado que haga, y todo lo malo que diga; [29] pero jamás perdonará a quien hable en contra del Espíritu Santo. ¡Eso nunca le será perdonado!”
[30] Jesús dijo esto porque los maestros de la Ley pensaban que él tenía un espíritu malo.” - Marcos 3:20-30 (TLA)

Como podemos ver al principio de la historia, Jesús y sus discípulos se convirtieron en super celebridades, al grado de que ni siquiera tenian tiempo para comer, sin embargo tuvieron mucha oposición. Ellos se encontraron con oposicion de los escribas, y con la oposicion de la familia de Jesus. Por un lado la familia de Jesus pensaba que se habia vuelto loco, y habian ido para llevarselo a casa y dejara de hacer “locuras”. Por otro lado, los conocedores de la ley, las personas que se supone deberian conocer mas de Dios, tambien lo cuestionan, y peor aun, dicen que tiene pacto con el diablo, o un demonio lo posee, y solo asi puede hacer los milagros que hace. Es triste ver esta situacion, sin embargo, Jesus quiere ensenarnos una leccion muy importante: cuando el creyente quiere servir al Señor el creyente debe saber que es normal, y debe esperar gran oposición por parte de la familia, y aun de sus compañeros.

Esta situacion es algo muy comun en todos los creyentes que desean emprender o tomar un nuevo ministerio o que quieren hacer la voluntad de Dios. En la historia de hoy, Jesus esta intentando hacer la voluntad de Dios, y tuvo oposicion. Y la historia continua con una serie de parabloas que no deja lugar a dudas: debe haber unidad entre los hermanos, en la iglesia, en la comunidad, o de lo contrario no se puede continuar funcionando adecuadamente. Pero hay algo mas en esta historia. Se nos habla de un hombre fuerte y alguien que puede robar sus pertenencias. Es facil pensar que Jesus es el hombre fuerte, pero hay un problema aquí: si decimos que Jesus es el hombre fuerte, entonces, quiere decir que hay alguien mas fuerte que puede robar su casa; y eso es imposible. Asi que, yo creo que el hombre fuerte es Satanas, y Jesus es el hombre mas fuerte que puede atarlo y robarle sus posesiones. Creo que Jesús está atando a Satanás para robarle algo muy preciado: nosotros. Nosotros eramos originalmente de Dios, pero el pecado nos hizo presos de Satanas; Jesus esta diciendo que el puede atar a satanas y recuperarnos.

Para explicarme mejor, dejeme le platico la siguiente historia. Cuando era un adolescente, yo tenia una pelota de basquetbol, y le hice un diseño con el nombre de Michael Jordan y su número, el 23. Decidi llevarme la pelota a la escuela para jugar, y despues de jugar ninyo mas fuerte que yo, no quería regresarme mi pelota. Yo la valoraba mucho, era mi disenyo, y era mi pelota. Pero para poder tenerla de vuelta en mis manos, que tenía que ser más fuerte que él. Estimado lector, dejeme decirle que Jesús es más fuerte y quiere venir a rescatar a su creación: nosotros.

El problema entonces puede ser si nosotros creemos que Jesus es lo suficientemente fuerte como para atar a Satanas y recuperarnos; de eso se trata la ultima parte de la historia; se trata de entender que si decimos que el Espiritu Santo de Dios no es lo suficientemente fuerte para rescatarnos de satanas, lo estamos ofendiendo en gran manera y el no esta dispuesto a rescatar a alguien que no cree en el, y por hende, esa persona nunca sera perdonada. Permitame explicarselo de la siguiente manera. Cuando yo estaba en la escuela secundaria tenía una amiga, Brenda, ella era el tipo de chica que era mas madura para su edad, y por supuesto, ella andaba de novia con un chico como de 20. Un día llegó con un pequeño moretón en el brazo, la semana siguiente me di cuenta de que ahora tenía un moretón grande en el otro brazo, yo le pregunté al respecto y dijo que su novio y ella estaban jugando al fútbol soccer, y yo me pregunté a mi mismo “que no se supone que en el fútbol se debe evitar el uso de las manos?” El tiempo pasó y en el siguiente semestre, ella llegó con un ojo morado, le pregunté en un tono sarcástico, que si habia jugado fútbol otra vez? Y ella comenzó a llorar. Yo estaba muy enojado y mis hormonas adolescentes se pusieron al máximo y le dije que “me dejara enseñarle al tipo una lección, para ponerle fin a esto, solo dime donde vive o donde trabaja”. Ella dijo - no, él es muy fuerte; - Creo que puedo manejarlo; - tu no puedes hacer nada, te va a hacer daño también; - ¿Crees que soy un debilucho perdedor? Creo que lo que ella dijo dañoo una parte de mí corazon: me sentí inútil, rechazado, un completo perdedor, e impotente. Finalmente nos graduamos, yo fui a la universidad en la gran ciudad, ella se quedó, y unos 5 años después me enteré que ella se suicidó debido a una gran depresión. Si yo un ser humano me siento de esa manera, no me imagino lo que pueda sentir el Espiritu Santo de Dios cuando la gente duda de su poder rescatador y restaurador: es imperdonable.

Querido lector, el Espíritu Santo está aquí, Él está tratando de rescatar a los hijos de Dios, proteger a los hijos de Dios, para que nosotros los hijos de Dios estemos nuevamente seguros en El, y la única cosa que el Espíritu Santo no va a perdonarle a nadie es que ellos no creean que Él es lo suficientemente fuerte o lo suficientemente poderoso para hacerlo. Los hijos de Dios deben creer que el Espíritu Santo es lo suficientemente fuerte como para ayudarles y salvarles.