sábado, 26 de noviembre de 2011

Un Santo Dia Festivo // Marcos 2:23-3:06

¿Alguna vez se ha preguntado por qué muchos de nosotros nos quedamos dormidos mientras estamos en la iglesia o durante el sermón? Es probable que sea porque estamos muy cansados, es decir, literalmente estamos cansados ​​físicamente, nuestro cuerpo necesita descansar un poco y cuando nos sentamos quietos durante unos minutos el cuerpo piensa que  queremos descansar. Estamos viviendo en un mundo en constante movimiento 24/7, y vivimos a un ritmo en el que tal vez dormimos 6 horas al día, cuando deberíamos dormir alrededor de 8 o 9 horas. Nuestro cuerpo necesita descansar de todas nuestras actividades, afortunadamente para los judíos, ellos tienen el día de reposo: un día en el que pueden descansar. La historia de hoy se basa en este tema; veamos la enseñanza de Jesús acerca del día de reposo; la Escritura dice lo siguiente:

[23] Un sábado, Jesús caminaba entre los sembrados, y sus discípulos, al pasar, comenzaron a arrancar espigas de trigo. [24] Los fariseos le preguntaron: Oye, ¿por qué hacen tus discípulos algo que no está permitido hacer en sábado? [25] Pero él les dijo: ¿Nunca han leído ustedes lo que hizo David en una ocasión en que él y sus compañeros tuvieron necesidad y sintieron hambre? [26] Pues siendo Abiatar sumo sacerdote, David entró en la casa de Dios y comió los panes consagrados a Dios, que solamente a los sacerdotes se les permitía comer; y dio también a la gente que iba con él. [27] Jesús añadió: El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. [28] Por esto, el Hijo del hombre tiene autoridad también sobre el sábado.
[1] Jesús entró otra vez en la sinagoga; y había en ella un hombre que tenía una mano tullida. [2] Y espiaban a Jesús para ver si lo sanaría en sábado, y así tener de qué acusarlo. [3] Jesús le dijo entonces al hombre que tenía la mano tullida: Levántate y ponte ahí en medio. [4] Luego preguntó a los otros: ¿Qué está permitido hacer en sábado: el bien o el mal? ¿Salvar una vida o destruirla? Pero ellos se quedaron callados. [5] Jesús miró entonces con enojo a los que le rodeaban, y entristecido por la dureza de su corazón le dijo a aquel hombre: Extiende la mano. El hombre la extendió, y su mano quedó sana. [6] Pero en cuanto los fariseos salieron, comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús. Marcos 2:23-3:06 (DHH).

El sábado es algo bastante importante para los Judíos, porque Dios lo instituyó en los diez mandamientos, los Judíos lo practican el sábado y los cristianos el domingo. Pero el principio es prácticamente el mismo que está escrito en Éxodo:

[8] "Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor. [9] Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, [10] pero el séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que viva contigo. [11] Porque el Señor hizo en seis días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el día séptimo. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaró día sagrado. Éxodo 20:8-11 (DHH).

El sábado distinguía a los Judíos de todas las personas en el mundo, los Judíos incluso han creado un conjunto de reglas para protegerlo. Por ejemplo se dice que no se debe trabajar en el sábado y eso es precisamente lo que metió en problemas a los discípulos de Jesús. Estas personas convirtieron un santo día festivo en uno de los días más restrictivos. Estas personas parecían no entender de lo que este día se trataba el día de reposo. En este día, todo mundo era igual, no había jerarquías, todo el mundo estaba descansando fuera del trabajo.

También se menciona que este día fue creado para los hombres. Dios nos ama tanto, que nos dio un día libre por semana. Es un día para conectarse con el creador: él quiere que confiemos en el plena y totalmente en el día de reposo. El creador nos conoce y nos está diciendo claramente que nuestro cuerpo fue diseñado para trabajar durante solo seis días y descansar un día. No estamos diseñados para trabajar por siete días. Déjeme preguntarle, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que usted tuvo un verdadero día de descanso? Cuando uno descansa, uno tiene tiempo para la familia, para hablar y para mantener una relación con ellos. Es por eso que el sábado fue hecho para el hombre.

Marcos nos dice que en otro día, la gente está buscando a Jesús en el día de reposo, y lo encontraron cerca de un hombre que estaba enfermo de su mano. Inmediatamente la gente sabía que Jesús lo iba a sanar, y que por lo tanto estaría violando la ley. Así que Jesus les pregunta: "¿Es lícito hacer el mal o el bien en el día de reposo". Ellos no pudieron responder. Así que Jesús se enojó! Y yo no creo que alguien quiera ver a Jesús enojado! Él se enojó porque ellos tenían un corazón bastante duro. Inmediatamente, Jesús sanó al hombre de la mano enferma. Por lo tanto, estas personas comenzaron a conspirar para matar a Jesús.



 
¿Cuál es el verdadero significado del día de reposo para nosotros hoy? Es impresionante ver cómo los pequeños dispositivos como teléfonos celulares o computadoras, han hecho que nuestras vidas dependan de la tecnología. Imagínese cómo se sentiría usted si se desconecta del teléfono y de todos los dispositivos durante solo un día. Los expertos dicen que uno se va a sentir más conectado con uno mismo, pero eso es sólo la mitad de la historia, porque si usted toma un día de reposo, uno también esta destinado a conectarse con Dios. Imagínese que cada semana hubiera un día festivo.

¿Qué pasaría si nos tomáramos el día libre? ¿No creemos que Dios puede cuidar de todo lo que normalmente hacemos? ¿Creemos que Dios es capaz? Por supuesto que sí lo es! ¿Por qué no tomamos un descanso, ese descanso que nos permita pasar un rato tranquilo con Dios, con uno mismo, y con la familia? Confiemosle nuestros negocios y asuntos a Dios, pongamos toda nuestra confianza en él, confiemosle todo lo que hacemos, estamos cansados y merecemos un descanso. La Escritura dice:

Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Mateo 11:28 (DHH)

Tal vez su vida sea como la mía, sentimos que la vida está girando mucho más rápido de lo que podemos controlar, pero Jesús quiere que nos acerquemos a él. Es una invitación a tener una relación: si estás cansado, frustrado, estresado, ven a Jesús. El pasaje también dice:

Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Mateo 11:29 (DHH)

Él nos quiere enseñar a vivir; y la verdad es que nosotros tratamos de arreglar todo por nuestra cuenta, y no permitimos que él nos ayude. Él de hecho nos invita a aprender: el quiere estar a nuestro lado y enseñarnos. La ilustración que Jesús usa aquí es la de un buey experimentado que se pone en un yugo al lado de un buey joven y sin experiencia; la enseñanza es que los dos van a caminar juntos hasta que el joven aprenda.

Usted sabe perfectamente que Jesús le ha enviado este mensaje a usted. Él le invita a tomar un descanso y pasar un rato tranquilo juntos; tómese el día libre, tómese un santo día festivo.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Dia de Accion de Gracias: Invitado a la Mesa



Sin duda usted alguna vez ha visto algún cuadro de la santa cena entre Jesús y los doce. Y tal vez usted mismo ha pensado: entre todos los posibles lugares que Jesús pudo optar para ser recordado ¿por qué eligió una mesa? Esta ha sido una pregunta muy interesante para mí, y es que a veces nos preguntamos ¿Por qué no eligió ser recordado como alguien sentado en un trono con mucha gente de rodillas delante de él? ¿Por qué no eligió ser recordado como un juez con gente temblando ante Él? ¿Cuál era el mensaje que Él quería enseñarnos con su elección de ser recordado en una mesa? Hoy vamos a tratar de dar una posible respuesta observando primeramente al Salmo 23, que dice lo siguiente:

[1] El SEÑOR es mi pastor, nada me faltará. [2] En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. [3] El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre. [4] Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.
[5] Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. [6] Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR moraré por largos días. Salmos 23:1-6 (LBLA).

Muchas veces nos imaginamos la escena de este pasaje con un pastorcito de ovejas en las llanuras quien reflexiona en su vida y experiencias como pastor. Sin embargo, a medio Salmo se nos cambia la imagen por completo y el salmista comienza a hablar sobre la muerte y los enemigos. Es por eso que creo que David (el salmista) no era un pastorcito cuando escribió esto, creo que lo escribió ya que era de edad adulta, debido a que, como ustedes sabrán, fue también un guerrero que tenía que saber acerca de la guerra, de la muerte, y de sus enemigos. El sabía lo que se sentía al ir a la guerra sin saber si podría volver y ver a su familia nuevamente. Su experiencia confirma lo que habla acerca del valle de sombra de muerte.

También después dice algo que pareciera ser bastante extraño: "preparas la mesa en presencia de mis enemigos". La mayoría de nosotros no pudiéramos entender el significado de lo que está hablando porque no hemos sido criados en el Medio Oriente. El significado que necesitamos entender es el siguiente: en el Medio Oriente, si un hombre nos da la bienvenida a su casa, y prepara un espacio para nosotros en su mesa, en preciso momento en que nosotros nos sentamos a su mesa, el nos esta prometiendo que nos va a defender con su propia vida. Es decir que si nuestros enemigos se aparecen, él tiene la obligación moral de luchar con nosotros hasta la muerte, solo porque él nos dio la bienvenida a su mesa. Ahora bien, si pensamos en la mesa bajo este contexto, esto nos ayuda a comprender un poco más la decisión de Jesús queriendo ser recordado en una mesa. Él quería ser recordado como una persona que nos da la bienvenida a su familia y que está ahí para protegernos. Por favor, lea conmigo la siguiente escritura donde se ve a Jesús sentado a la mesa con sus discípulos, le invito a leerlo con la determinación de que impacte su vida en base a lo que explicamos anteriormente:

[14] Cuando llegó la hora, Jesús y los apóstoles se sentaron a la mesa. [15] Jesús les dijo: ¡Cuánto he querido celebrar con ustedes esta cena de Pascua antes de mi muerte! [16] Porque les digo que no la celebraré de nuevo hasta que se cumpla en el reino de Dios.
[17] Entonces tomó en sus manos una copa y, habiendo dado gracias a Dios, dijo: Tomen esto y repártanlo entre ustedes; [18] porque les digo que no volveré a beber del producto de la vid, hasta que venga el reino de Dios.
[19] Después tomó el pan en sus manos y, habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio a ellos, diciendo: Esto es mi cuerpo, entregado a muerte en favor de ustedes. Hagan esto en memoria de mí.
[20] Lo mismo hizo con la copa después de la cena, diciendo: Esta copa es la nueva alianza confirmada con mi sangre, la cual es derramada en favor de ustedes. [21] Pero ahora la mano del que me va a traicionar está aquí, con la mía, sobre la mesa. Lucas 22:14-21 (DHH).

Cuando ellos reunieron en la mesa fue muy personal, podemos ver que Jesús quería estar con ellos desde hacia mucho tiempo. Estaban tan cerca que Jesús podía ver a todos a los ojos. Jesús tenia una urgencia de estar cerca de estas personas; personas que eran tan comunes como usted y como yo, eran pescadores, cobradores de impuestos, de diferentes orígenes, pero Jesus quería estar junto con ellos a la mesa.

En el pasaje se menciona que Jesús dijo: "esto es mi cuerpo entregado en favor de ustedes". No dice "por culpa de ustedes". El quería hacerlo por nosotros. Es increíble lo mucho que nos ama que hasta se entregó voluntariamente por usted y por mí. Usted y yo sabemos perfectamente cómo somos, y sin embargo el lo hizo por nosotros. Su amor por nosotros, humanos imperfectos, es indescriptible.

Al final de la Biblia, Juan también escribió en el libro del Apocalipsis, que en la visión que tuvo, Jesús escribe algunas cartas. Le escribe a una iglesia en particular en Laodicea, y les dice lo siguiente:

[15] Yo sé todo lo que haces. Sé que no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! [16] Pero como eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Apocalipsis 3:15-16 (DHH).

Normalmente, cuando los predicadores ven este pasaje, a menudo enseñan que cuando estamos fríos espiritualmente (o muertos también) es cuando tenemos que tomar una decisión de ser calientes para que Jesús no nos escupa de su boca. Podría ser que este sea realmente el significado del pasaje. Pero la figura gramatical que se usa es de alguien que está tomando una bebida y tal vez haya otro significado para el pasaje, permítame explicar. Cuando usted come galletas, generalmente le gustaría tomar un refrescante vaso de leche bien fria, ¿verdad? Si usted toma un vaso de leche tibia, como que es algo que no está bien para muchas personas, porque es algo que no es refrescante. Y cuando usted se levanta por la mañana, usted desea experimentar la sensación y aquel sabor de un café bien caliente, ¿verdad? Si usted se toma la taza de café que dejo en la mesa por 20 minutos, entonces hay un grave problema: ya no está caliente, no es nada refrescante. Entonces, pudiéramos sugerir que Jesús estaba diciendo que él quiere tener una relación con nosotros que sea refrescante para él, para que cuando Jesús pruebe el sabor de nuestra relación con Él, le sea algo verdaderamente agradable. Él también dice algo muy importante más adelante en el mismo pasaje:

[20] Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos. Apocalipsis 3:20 (DHH).

Este es el pasaje que la mayoría de los evangelistas utilizan para hacer una invitación a que la gente a acepte a Jesús en su corazon. Este pasaje generalmente se utiliza para invitar a la gente a abrir su corazón a Jesús para que pueda entrar, pero a veces nos olvidamos de que esta carta fue escrita a una iglesia, a un grupo de creyentes: a gente que se supone que ya tiene a Jesús en su corazón! Jesús está diciendo "Estoy tocando la puerta de su iglesia! ¿Me permiten entrar?". ¿No sería triste que Jesús estuviera llamando a la puerta de nuestra iglesia, esperando afuera mientras que nosotros tenemos nuestro programa de alabanzas, adoración y todas nuestras actividades?

Perdóneme si digo una herejía aquí, pero imagine por un momento que usted es Jesús, y que usted ha estado llamando a la puerta de estas personas en la iglesia, y siguen ignorándole desde hace años. Finalmente, alguien abre la puerta, ¿qué haría usted? Yo, en mi caso, limpiaría la casa y pondría algo de orden, pondría a todos en su lugar. Pero Jesús no dijo eso, de hecho, lo que nos dice es: "abre la puerta, y nos sentaremos en la mesa, seamos familia nuevamente". Él sólo quiere sentarse a la mesa con nosotros y tener una relación de compromiso, una relación significativa con Su iglesia, es decir, nosotros.

Puede ser que nosotros ya estemos viviendo en Cristo Jesús, pero lo hemos dejado afuera; hoy es el día en que debemos abrirle la puerta. Tal vez lo tenemos afuera tocando a la puerta debido a que sabemos lo que tenemos que hacer, y no lo hacemos; o tal vez estamos viviendo de una manera que sabemos que no es la manera que él quiere que vivamos. Sea lo que sea, tenemos que ir a la puerta y abrirle el día de hoy, Él promete sentarse a la mesa con nosotros y hacernos parte de la familia nuevamente; promete luchar con nosotros y en favor de nosotros al grado de protejernos con su propia vida: dejémosle entrar, hagámoslo ahora mismo, en este preciso instante.

En el dia de Accion de Gracias, Cristo esta tocando a nuestra puerta, quiere entrar y cenar con nosotros: si tenemos oidos, entonces escuchemos su llamado.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Generosidad con Acción de Gracias // 2 Corintios 8:1-7

Si usted y yo creemos que hemos sido creados a la imagen de Dios, entonces, ¿no cree usted que él probablemente halla implantado esa característica en nosotros? Puede ser que sí, aunque la tengamos ahí escondida. Piense en esto: si Dios está constantemente transformando nuestras vidas, ¿no  seria justo considerar la generosidad como parte de esas cosas que deseamos transformar para bien?

Es verdaderamente alarmante que solo el 5% de las personas que dicen ser seguidores de Jesús practican aquello que la Biblia llama “diezmo”? El diezmo, de acuerdo al antiguo testamento, consiste en devolverle a Dios una décima parte de lo que Él nos ha dado. Si entonces decimos que somos verdaderos adoradores de Dios, deberíamos tener muy en cuenta la generosidad como parte de nuestra vida Cristiana.

La cuestión es que en algunas iglesias solo se nos alienta y motiva a dar generosamente, olvidando que hay algo que tiene que pasar antes de poder empezar a ser generosos. La historia de hoy nos ayudará a entender esto. Leamos lo que el apóstol Pablo escribió a los cristianos de Corinto, entendiendo que dada la situación de la ciudad en ese período de tiempo, existe una alta probabilidad de que estos cristianos fueran ricos, exitosos, o vivieran en opulencia. Pablo escribe desde Jerusalén en tiempos de persecución, en tiempos de dolor y necesidad entre los Cristianos perseguidos, y él está pidiendo ayuda. Por alguna razón que no vamos a discutir aquí, los Corintios consideraban a los Macedonios como bárbaros, sin embargo, Pablo escribe esta carta a los Corintios y les cuenta  una historia acerca de los Macedonios.

[1] Ahora, hermanos, queremos que se enteren de la gracia que Dios ha dado a las iglesias de Macedonia. [2] En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante alegría y su extrema pobreza abundaron en rica generosidad. [3] Soy testigo de que dieron espontáneamente tanto como podían, y aún más de lo que podían, [4] rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los santos. [5] Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios. [6] De modo que rogamos a Tito que llevara a feliz término esta obra de gracia entre ustedes, puesto que ya la había comenzado. [7] Pero ustedes, así como sobresalen en todo -en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación y en su amor hacia nosotros-, procuren también sobresalir en esta gracia de dar. 2 Corintios 8:1-7 (NVI).

En el verso [2] podemos ver claramente el ambiente donde se desarrolla la generosidad de los macedonios: a) en medio de gran crisis personal, se desborda de alegría; b) en condiciones de pobreza extrema, son ricos en su generosidad. Como dice el verso [1], esto sólo es posible por la gracia transformadora de Dios. La gracia de Dios transformo a los macedonios de manera que fueron diferentes a los demás.

Lamentablemente, todos nosotros nacemos siendo egoístas, desde los primeros días de nuestra vida hemos sabido llorar y gritar para llamar a la atención de la gente que necesitábamos. Se supone que con el tiempo deberíamos crecer y superar eso, pero la verdad es que muchos todavía estamos así, y sólo la gracia de Dios puede transformar nuestros corazones para que podamos, por fin, empezar a preocuparnos también por los demás.

En el versículo [5], encontramos que ellos mismos se dieron primeramente al Señor. Y esta es la clave: el primer regalo de un corazón generoso es cuando nos regalamos al Señor, es hasta entonces que la verdadera generosidad empieza. Cuando verdaderamente nos entregamos a Jesús, todo parece volverse secundario. Una vez que las vidas de aquellos macedonios estaban en las manos de Dios, una vez que todo lo que tenían estaba en las manos del Señor, entonces empezaron a hacer lo que Dios quería que hicieran. Si alguien trataba de impedir que ellos dieran generosamente, ellos se sentían ofendidos. Incluso en el versículo [4], vemos que prácticamente ellos tuvieron que rogarles para que les recibieran su ofrenda. Pablo y sus compañeros probablemente dijeron a los macedonios "a ver, momento, se supone que nosotros somos los que les deberíamos de dar una ofrenda a ustedes!", sin embargo ellos les rogaron "por favor, permítanos ayudarles".

A la luz del verso [2] y del hecho de que se entregaron al Señor, la ecuación cambió por completo, las matemáticas cambiaron. Ellos sabían que estaban a salvo en manos del Señor. No como algunos de nosotros que pensamos que podemos salir adelante y mantenernos o depender de algunas pertenencias, títulos, negocios, o ahorros que tenemos por ahí guardados. Y es que no podemos entender cómo una persona en situación de pobreza extrema puede ser generosa, pero Pablo de hecho nos dice exactamente cómo ocurre: ellos dieron todo lo que pudieron, e incluso más allá de su capacidad.

Sacrificio, es la única forma en que podemos hacerlo. Si vamos a ser generosos, tenemos que hacer un sacrificio. Pensemos en lo siguiente: ¿cuándo fue la última vez que hicimos un sacrificio personal sólo con tal de ser generosos? En parte, ser generosos consiste en tomar algunas decisiones en nuestra vida.

Debemos entregarnos a Dios en primer lugar. Tiene que ser siempre en ese orden; se inicia con el corazón, y todas las piezas del rompecabezas empiezan a caer en los lugares correctos. Es tiempo que demos nuestras vidas a Jesús.