sábado, 17 de diciembre de 2011

Una Joven Navidad // Lucas 1:28-38



Estimado lector, le invito a pensar acerca de la confianza ya que la historia de hoy es acerca de la confianza. La Biblia dice lo siguiente:

"[5] Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes. [6] Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo. " Proverbios 3:5-6

Cuando pensamos en la historia de la Navidad, podemos ver una historia de confianza. María es el mejor ejemplo de confianza que podemos encontrar en la Biblia; ella era probablemente una adolescente de 16 años que fue visitada por un ángel; generalmente nosotros no confiamos en que los adolescentes estén preparados para responsabilidades grandes. Y por eso es difícil entender cómo es que María estaba preparándose para hacer algo tan grande. Pero allí estaba ella dándonos un gran ejemplo de confianza en el Señor: ella demostró cómo es que debemos confiar en Dios. Esta es la historia:

[28] Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres. [29] Pero ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería éste.    [30] Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. [31] Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.    [32] Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; [33] y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.    [34] Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen? [35] Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso lo santo que nacerá será llamado Hijo de Dios. [36] Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. [37] Porque ninguna cosa será imposible para Dios. [38] Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. Lucas 1:28-38

Los científicos afirman que Lucas era un historiador, y que de hecho habló con testigos oculares antes de escribir todo lo que escribió. Creyendo esto, Lucas podría haber hablado con María cuando ella estaba en sus años cincuenta mas o menos. María le contaba a Lucas la historia de un ángel que habló con ella, y posiblemente también le platicó que se sentía la persona equivocada para la tarea, y de como al final ella puso su fe en Dios. Dios envió un ángel para decirle que ella seria la madre de Jesús, el Hijo de Dios. María le preguntó "¿pero cómo?"

Muchas personas en el mundo todavía hacen esta pregunta "¿cómo es esto posible? ¿Cómo pudo Jesús haber nacido de esa manera?" La cuestión es que estamos acostumbrados a medir las cosas y ser científicos al respecto, y por lo tanto sabemos que es imposible que una virgen de a luz a un niño. Aquí es donde entra en acción la confianza y la fe: ¿estamos dispuestos a creer en un Dios que es toda la ciencia y que está en control de todo y que puede romper las reglas y hacer un milagro si lo quisiera?

Lamentablemente, algunas personas piensan que Dios es sólo un "dios bing bang" que aplaudió y produjo una gran expansión en el tiempo y espacio y que la creación tal como la conocemos es sólo el resultado de una evolución ocurrida durante millones de años. La idea es que este dios creó todo y dejó el resto a la "madre naturaleza", y a la probabilidad. Este dios no quiere involucrarse en la creación, y sólo observa lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Muchas personas creen en este tipo de dios. Pero este no es el dios de la Biblia nos presenta.

La Biblia presenta una especie de Dios "sobre- o super-natural". Él no está limitado por las reglas del universo. Si decide tener un hijo de una virgen lo puede hacer si le place. Ese niño seria llamado "Hijo de Dios". El propósito de Jesús era salvar al mundo de sus pecados.

Entonces, ¿por que tanto énfasis el nacimiento virginal? Es que es muy importante resaltar el hecho de María era totalmente humana, y por lo tanto Jesús también era completamente humano, pero al mismo tiempo, era completamente Dios. Si Jesús era un ser humano, esto quiere decir que él sabe exactamente lo que se siente ser un humano con todas las luchas, pero al mismo tiempo Él era Dios; podía caminar sobre el agua; podía curar a un hombre ciego; podía hablarle a una tumba y que un hombre muerto saliera caminando con vida. Pero el Hijo de Dios tenía que ser humano, porque Él vino a morir. Jesús murió en la cruz para pagar por nuestros pecados; alguien tenía que morir, y su misión era la de morir por nuestros pecados.

Adoramos a un Dios que está dispuesto a involucrarse con nosotros, de hecho otro nombre de Jesús es también "Emmanuel" que significa "Dios con nosotros": es decir, nada es imposible, porque Él está con nosotros. Dios sabe lo que enfrentamos porque El era totalmente humano. ¡Qué maravilloso es tener un Dios que se preocupa por nosotros y que le importamos! Pero observemos lo que María dijo: "Yo soy la servidora del Señor y haré todo lo que Él quiera que yo haga".

La Biblia tiene muchas historias acerca de Dios pidiéndole a la gente a hacer algo y la gente siempre termina dando excusas; simplemente no podían hacer lo que Dios quería que hicieran. Sin embargo, vemos a María diciendo: "Voy a hacer lo que Él quiera que yo haga". Podríamos decir que ella no tenía la mas mínima idea en lo que se estaba metiendo; en los próximos meses iba a estar sufriendo todo tipo de cosas: huir, viajar largas distancias, y años más tarde ver a su propio hijo que apenas parece humano porque lo golpearon y esta clavado en una cruz. Ella sabía que El era el Hijo de Dios y lo habían asesinado. Pero ella sabía que ella estaba haciendo lo que Dios le había pedido que hiciera.

¿Pero qué hay de nosotros? ¿Estamos dispuestos a mirar a Dios a los ojos y decirle "yo soy tu siervo, yo iré a donde quieras que vaya, y haré lo que quieras que haga". ¿Estamos dispuestos a confiar en Dios? Observemos lo que María le dijo a Dios: "haz con mi vida lo que quieras". No fue un accidente que Dios haya escogido a María; Jesús creció viéndola orar y confiando en Dios. De esto es de lo que se trata la vida: poner nuestra vida en las manos de Dios y confiar en él.

No olvidemos el ejemplo de Pedro cuando Jesús le preguntó varias veces: "¿me amas?" y Pedro no entendió lo que estaba pasando y dijo "¿Y que hay con los otros discípulos?" Jesús le respondió: "Si yo quiero que vivan hasta que yo regrese, ¿a ti qué?". Practicamente Jesús estaba diciendo "¿qué diferencia hace?", y luego dijo las palabras más importantes: "no te preocupes por ellos, Pedro, tu sígueme".

La relación de Dios con los demás no es asunto nuestro, lo único que importa es nuestra relación personal con él. Es importante que pensemos como María: Señor, voy a confiar en ti, voy a hacer lo que quieres que haga, voy a ir a donde quieras que vaya, y yo seré quien quieras que sea.

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