domingo, 20 de marzo de 2011

Estémos dispuestos a estirarnos // Marcos 2:18-22

Si tuviera que comparar a que se parece el reino de Dios... a que se parecería más: a una boda o a un funeral? ¿Que sería mas fácil: adorar a Dios con una sonrisa o con una mueca? En la historia de hoy vamos a observar a unas personas están tratando de averiguar como es el reino de Dios, éstos son tres grupos diferentes de discípulos, veamos lo que Marcos escribió:
[18]  “Una vez, los discípulos de Juan el Bautista y los discípulos de los fariseos estaban ayunando. Algunas personas fueron a donde estaba Jesús y le preguntaron: ¿Por qué tus discípulos no ayunan? Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos sí lo hacen.
[19] Jesús les respondió: Los invitados a una fiesta de bodas no ayunan mientras el novio está con ellos; [20] pero llegará el momento en que se lleven al novio, y entonces los invitados ayunarán.
[21] Si un vestido viejo se rompe, nadie le pone un parche de tela nueva; porque al lavarse el vestido, la tela nueva se encoge y el hueco se hace más grande.
[22] Tampoco se echa vino nuevo en recipientes de cuero viejo; porque al fermentar el vino nuevo hace que el cuero viejo se reviente. Así el vino nuevo se pierde, y los recipientes también. Por eso hay que echar vino nuevo en recipientes nuevos.” Marcos 2:18-22 (TLA)

El punto aquí es que algunos le preguntaron a Jesús por qué sus discípulos no ayunaban. El ayuno era muy común en la época de Jesús. De acuerdo con los fariseos, ellos ayunaban dos días a la semana. Por lo que preguntaron a Jesús que si Jesús estaba realmente conectado trabajando con Dios, ¿entonces por qué sus discípulos no ayunaban? Bueno, el problema es que para algunos, el ayuno es usado como una herramienta para obligar a Dios a hacer lo que uno quiere. Pero esto está obviamente mal, y nunca va a funcionar. Otros ayunaban porque querían que otra gente viera que estaban en ayuno, con el fin de que creyeran que eran personas muy espirituales. Pero Jesús nos enseñó a ayunar en secreto.

En esta historia, Jesús da su respuesta haciendo referencia a una boda. Dijo que el reino de Dios es un lugar de alegría, como en una boda, dijo que seria un error pedirle a sus invitados (discípulos) que ayunaran en esta celebración. Jesús dijo: Yo soy el novio y he venido por mi novia.





También intenta explicar su respuesta por medio del ejemplo de la ropa. Dijo que uno no remienda la ropa vieja con parches nuevos, porque esto hace un hoyo más grande. Es un principio muy simple: no mezclar lo viejo con lo nuevo. ¿Por qué los discípulos no ayunaban? Porque Jesús no vino a arreglar el sistema actual de los farireos o de nadie, sino que El trajo un sistema completamente nuevo.

Jesús va más allá y también se explica esto con el ejemplo del vino y los odres. Según investigaciones y datos históricos, el pueblo judío acostumbraba a beber unos 90 galones de vino al año, y tenian mucha experiencia en la mejor forma de hacer vino. La forma en que funciona esto es, que se pone jugo de uva en un cuero (odre), el jugo se fermenta y se expande, por lo que odre se expande y solidifica. Si lo hacemos al revés, los odres se quiebran, y el vino se derrama, arruinándose. En esencia, Jesús dijo: no podemos continuar haciendo las cosas de la manera que siempre lo hemos hecho, si se pone el vino nuevo en los odres viejos, el sistema no va a ser capaz de contenerlo y va a explotar.

Si necesitamos experimentar un cambio en nuestra vida, recordemos que un odre viejo es duro y rígido, un odre nuevo, es flexible y expandible. Ya que en materia del corazón, debemos de ser como un odre nuevo. Tenemos que estar dispuestos a estirarnos.

Seguridad y tranquilidad son palabras que se pueden asociar con la tradición o la forma típica en siempre se hacen las cosas: un odre viejo. Audaz y peligroso son las palabras que fácilmente se pueden asociar con algo nuevo: un odre nuevo.

Jesús desafió a la gente: están dispuestos a ser audaces y peligrosos? Síganme. El dia de hoy tenemos que preguntarnos: ¿estamos dispuestos a hacer la differencia en este mundo? ¿Estamos dispuestos a hacer lo que se necesita para que seamos audaces, valientes, y peligrosos? ¿Estamos dispuestos a estirarnos?

No podemos seguir a Dios y quedarnos donde estamos.

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