[13] Después fue Jesús otra vez a la orilla del lago; la gente se acercaba a él, y él les enseñaba. [14] Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo:
Sígueme.
Leví se levantó y lo siguió.
[15] Sucedió que Jesús estaba comiendo en casa de Leví, y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, y otra gente de mala fama, estaban también sentados a la mesa, junto con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que lo seguían. [16] Algunos maestros de la ley, que eran fariseos, al ver que Jesús comía con todos aquellos, preguntaron a los discípulos:
¿Cómo es que su maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?
[17] Jesús lo oyó, y les dijo:
Los que están sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Marcos 2:13-17 (DHH)
Esto se trata de uno de esos momentos de "enseñanza" de parte de Jesús; como bien dicen las lecciones no se aprenden por lo que decimos sino por lo que hacemos: este es uno de esos casos.
Jesús fue al cubículo del cobrador de impuestos. Pero tengamos en cuenta que los recaudadores de impuestos eran odiados, de hecho, en la Biblia se encuentra a los Judíos mencionando dos categorías entre los mismos pecadores: los cobradores de impuestos y los pecadores regulares. Bueno, resulta que Jesús vino a este recaudador de impuestos y le digo "sígueme". Es probable que la gente se haya sorprendido, y posiblemente Leví se sorprendió mas.
El nombre de Leví tiene una gran trascendencia histórica, porque los descendientes de Leví estaban destinados a ser los sacerdotes y servir al pueblo de Israel, sin embargo, en este caso Leví estaba trabajando para el enemigo: los Romanos. Leví probablemente pensó que nunca iba a cumplir su destino y así hacerle honor a su nombre. Tal vez usted y yo estemos en la misma situación: hemos traicionado a nuestra propia gente, pero a pesar de ello Jesús nos dice: "Sígueme".
Continuando con la historia, Jesús se fue a cenar con los publicanos (recolectores de impuestos) y pecadores, por lo cual fue severamente criticado. Como usted ya sabe, el hecho de cenar juntos es algo muy importante en el medio oriente, ya que es una expresión de amistad y fraternidad. Como consecuencia, ningún rabino en su sano juicio haría algo así. Así que hubo rumores acerca de lo que Jesús estaba haciendo, y los maestros de la ley vinieron a checar el dato. Notemos que eran los maestros de la ley, no cualquier religioso promedio. Estas personas eran expertos en Dios, según ellos y según la gente.
Uno a veces predica que el pecado es contagioso y que no hay que juntarse con los pecadores, porque son una mala influencia. Tal vez en este sentido estemos siendo como los maestros de la ley, que estaban tratando de crear una imagen de Dios que no era en realidad. Estos maestros de la ley tenían una sola categoría para las personas: o los buenos o los malos. Así que dijeron: ¿por qué Jesús come con esta gente? ¿A caso no entiende lo que son? ¿Por qué Jesús hace eso?
Jesús estaba tratando de demostrar que Dios es un Dios buscador de gente y es un Dios misericordioso. Jesús les dijo a estos hombres: “¿Quién necesita realmente la ayuda del médico? ¿Los sanos, o los enfermos? Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.” ¿Se da cuenta? Nosotros estamos adorando y sirviendo a un Dios que busca y llama a los pecadores. Este es un Dios radicalmente diferente al de los fariseos. Ellos no podía imaginar a un Dios llamando a los pecadores.
¿Podría ser que Jesús nos quiere enseñar que nuestra iglesia local debe estar dispuesta a aceptar a cualquiera que se encuentre en una condición espiritual grave? Pensemos por un segundo... ¿Qué pasa si la gente nos dice "su iglesia está llena de hipócritas"? Bueno, pues gracias a Dios!, porque los pecadores están ahí. No se desanime, el hecho de que haya pecadores en la iglesia es buen indicio.
Pero el punto importante es el siguiente: ¿Usted se dio cuenta de que Jesús fue a buscar a Leví? La lección es que, es probable que la gente no venga a la iglesia por sí misma, nosotros tenemos que salir a buscarles. Note también que en la historia que Marcos dice que "había muchos que lo seguían". Estas personas estaban allí porque Jesús les dio la oportunidad de cambiar sus vidas y ellos la aprovecharon, Jesús no estaba pasando por alto sus pecados, de ninguna manera.
Por esto permítame aclarar este concepto: la Iglesia no debe solapar ninguna clase de pecado o cualquier tipo de comportamiento. Al contrario, la iglesia debe buscar y llamar a aquellos que han tomado decisiones equivocadas en su vida o que son oprimidos por el pecado, y hay que hacerles saber: “Que no tienen que vivir de esa manera, que sigan a Jesús y todo cambiará". Es por esto que muchos le siguieron.
Nuestra iglesia local debe ser luz en nuestra ciudad. Y en este contexto, permítame hacerle algunas preguntas de auto-reflexión: ¿hemos estado en la casa de aquellos que hemos sido llamados a amar? ¿Nos hemos sentado en la sala de ellos? ¿Conocemos a sus hijos? ¿Sabemos por lo que están pasando? ¿Conocemos la historia de cada uno de ellos? ... Pues Jesús si la sabe!
Aquella tarde, Jesús nos enseñó una gran lección: que cuando realmente amamos a alguien, cuando realmente nos preocupamos por el futuro de alguien, estamos dispuestos a caminar hasta la casa con ellos, estamos dispuestos a ensuciarnos las manos, y estamos dispuestos a participar, porque como dijo Jesús, "No he venido a llamar a justos, vine a llamar a los pecadores".
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