Hoy en día no tenemos
tantos cuentos de hadas como los teníamos antes, solíamos tener más
imaginación en aquellos tiempos, pero hoy me gustaría pedirle que
imagine lo siguiente. Si pudiera usted elegir el poder de hacer
milagros, ¿qué clase de milagro le gustaría poder hacer? Piense
por unos segundos ...
¿Escogería caminar sobre el agua? Hum, probablemente no. Pero cambiando a la realidad, Jesús hizo muchos milagros que eran increíbles, pero uno de ellos parece ser fuera de lo común: El caminó sobre el agua. Vayamos brevemente en esta increíble historia.
¿Escogería caminar sobre el agua? Hum, probablemente no. Pero cambiando a la realidad, Jesús hizo muchos milagros que eran increíbles, pero uno de ellos parece ser fuera de lo común: El caminó sobre el agua. Vayamos brevemente en esta increíble historia.
[45] Después Jesús ordenó a sus discípulos que subieran a la barca y cruzaran el lago en dirección al pueblo de Betsaida, pero él se quedó en la orilla para despedir a toda la gente. [46] Luego de despedirla, se fue a un cerro a orar.
[47] Cuando llegó la noche, la barca ya estaba en medio del lago, pero Jesús aún permanecía en tierra. [48] Desde allí pudo ver que los discípulos remaban con mucha dificultad, pues navegaban contra el viento. Poco antes del amanecer, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando ya estaba cerca, hizo como que pasaría de largo. [49] Al verlo caminar sobre el agua, los discípulos creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar. [50] Estaban muy asustados, pero enseguida Jesús les dijo: “Tranquilos, no tengan miedo. Soy yo.”[51] Entonces Jesús se subió a la barca, y el viento se calmó. Los discípulos estaban muy asombrados. [52] Tenían la mente cerrada, pues no habían entendido el verdadero significado del milagro de los panes.
[53] Después de cruzar el lago, llegaron al pueblo de Genesaret y ataron la barca en la orilla. [54] Tan pronto salieron, la gente reconoció a Jesús y [55] corrió por toda aquella región para llevarle enfermos. Cuando oían que Jesús estaba en un lugar, ponían a los enfermos en camillas y los llevaban ante él. [56] A dondequiera que iba Jesús, ya fuera por aldeas, pueblos o campos, la gente ponía a los enfermos en las calles. Y cuando él pasaba, le rogaban que dejara que los enfermos tocaran, por lo menos, el borde de su ropa. Y todos los que lo tocaban quedaban sanos. Marcos 6:45-56 (TLA)
Inmediatamente después de que Jesús alimentó los hombres de 5000, se mandó a sus discípulos entrar a un barco y cruzar el río. Jesús estaba tratando de enviarlos por delante para así poder tener un momento a solas con la gente y despedirlos. Jesús vio que la multitud quería hacerlo rey, y la intención de Jesús era explicarles que Su reino no era de este mundo, y entonces les dijo adiós a todos. Luego, se fue a la montaña a orar, Jesús hace eso muy frecuentemente, a él le gusta tener un momento a solas con su Padre en el cielo.
Cayó la noche, y los
discípulos estaban en el medio del mar, algunos dicen que estaban
aproximadamente a una distancia de 3.4 millas lejos de la orilla, y
mientras tanto Jesús estaba orando en la montaña. Mas sin embargo,
Jesús podía verlos desde la montaña luchando porque el viento
soplaba en contra, de hecho, el escritor, Marcos, utiliza una palabra
que describe a los discípulos experimentando dolor y frustración, y
Jesús los estaba viendo.
A menudo, muchos de nosotros experimentamos lo mismo. ¿Ha estado usted en momentos difíciles, en los que se siente como si fuéramos contra el viento, que todo va mal, y nos preguntamos si Dios siquiera puede notarlo? Bueno, la respuesta es sí. Dios puede ver nuestras luchas.
No sólo Dios puede ver nuestras luchas, pero también Dios puede ver los corazones endurecidos. Si vamos adelante en el pasaje, Marcos nos dice que sus corazones estaban endurecidos porque ellos no entendieron la alimentación de los 5000. Ciertamente, Dios puede vernos luchando contra los problemas, pero si tenemos un corazón duro, será aún más difícil salir de ellos. Si carecemos de fe en Dios, lo estamos deshabilitando y no va a poder ayudarnos. Tengo miedo de pensar que a veces los corazones duros no están ahí afuera en el mundo, sino dentro de nuestro mismo grupo de creyentes, dentro de los mismísimos discípulos de Jesús, al igual que en esta historia. Los que estaban más cerca de Jesús, que fueron testigo de muchos milagros y predicaciones, son los de los corazones endurecidos.
Pero a pesar de su condición de Jesús fue hacia ellos, en un acto de misericordia, él quería estar allí. Y quería pasar de ellos. Ahora, esto puede ser un poco confuso, ya que acabo de decir que Jesús quería pasar por ellos. No creo que Marcos halla cometido un error al mostrar esta extraña declaración. Pero si usted ha leído su Biblia, particularmente el Antiguo Testamento, usted debe recordar historias como la de Moisés (Éxodo 3) y Elías (1 Reyes 19), cuando Dios pasó de ellos con el fin de mostrarles su gloria. Así que creo que esta es la declaración más impresionante del pasaje. Jesús quería mostrar la su gloria en medio de las dificultades, vera usted, Dios nos está viendo y viene hacia nuestra tormenta para mostrar su gloria.
Eso es todo? No! Dios también vendrá a nuestro barco para arreglar las cosas que no podemos arreglar. Él nos ha estado observando, como tratamos de sobrevivir en contra del viento, pero él vendrá a ayudarnos a cruzar. En la historia vemos que los discípulos ya se habían agotado, y en ese tiempo Jesús caminó sobre el agua, fue en algún momento entre las 3 a.m. y 6 a.m., en lo más oscuro de la noche. La situación no era una emergencia, los discípulos no estaban en riesgo de muerte, pero estaban cansados de intentar cruzar por ellos mismos. En la hora más oscura, experimentando el dolor de tantos intentos, Jesús decide mostrar su gloria y les ayuda. Ellos pensaron que era un fantasma, y tenían miedo, pero les dijo que tuvieran valor, "soy yo", dijo. En otras palabras, él dijo: "Anímense porque soy Yo". En el momento en que Jesús entró en la barca, se calmó el viento, y todos estaban asombrados. Ellos se sorprendieron literalmente. Hacía instantes que estaban luchando contra el viento y ahora el agua estaba quieta. Ese es el poder y la gloria que Jesús reveló a sus discípulos. Dios prometió cuidar de nosotros al cruzar las aguas, Isaías 43:2 dice lo siguiente:
A menudo, muchos de nosotros experimentamos lo mismo. ¿Ha estado usted en momentos difíciles, en los que se siente como si fuéramos contra el viento, que todo va mal, y nos preguntamos si Dios siquiera puede notarlo? Bueno, la respuesta es sí. Dios puede ver nuestras luchas.
No sólo Dios puede ver nuestras luchas, pero también Dios puede ver los corazones endurecidos. Si vamos adelante en el pasaje, Marcos nos dice que sus corazones estaban endurecidos porque ellos no entendieron la alimentación de los 5000. Ciertamente, Dios puede vernos luchando contra los problemas, pero si tenemos un corazón duro, será aún más difícil salir de ellos. Si carecemos de fe en Dios, lo estamos deshabilitando y no va a poder ayudarnos. Tengo miedo de pensar que a veces los corazones duros no están ahí afuera en el mundo, sino dentro de nuestro mismo grupo de creyentes, dentro de los mismísimos discípulos de Jesús, al igual que en esta historia. Los que estaban más cerca de Jesús, que fueron testigo de muchos milagros y predicaciones, son los de los corazones endurecidos.
Pero a pesar de su condición de Jesús fue hacia ellos, en un acto de misericordia, él quería estar allí. Y quería pasar de ellos. Ahora, esto puede ser un poco confuso, ya que acabo de decir que Jesús quería pasar por ellos. No creo que Marcos halla cometido un error al mostrar esta extraña declaración. Pero si usted ha leído su Biblia, particularmente el Antiguo Testamento, usted debe recordar historias como la de Moisés (Éxodo 3) y Elías (1 Reyes 19), cuando Dios pasó de ellos con el fin de mostrarles su gloria. Así que creo que esta es la declaración más impresionante del pasaje. Jesús quería mostrar la su gloria en medio de las dificultades, vera usted, Dios nos está viendo y viene hacia nuestra tormenta para mostrar su gloria.
Eso es todo? No! Dios también vendrá a nuestro barco para arreglar las cosas que no podemos arreglar. Él nos ha estado observando, como tratamos de sobrevivir en contra del viento, pero él vendrá a ayudarnos a cruzar. En la historia vemos que los discípulos ya se habían agotado, y en ese tiempo Jesús caminó sobre el agua, fue en algún momento entre las 3 a.m. y 6 a.m., en lo más oscuro de la noche. La situación no era una emergencia, los discípulos no estaban en riesgo de muerte, pero estaban cansados de intentar cruzar por ellos mismos. En la hora más oscura, experimentando el dolor de tantos intentos, Jesús decide mostrar su gloria y les ayuda. Ellos pensaron que era un fantasma, y tenían miedo, pero les dijo que tuvieran valor, "soy yo", dijo. En otras palabras, él dijo: "Anímense porque soy Yo". En el momento en que Jesús entró en la barca, se calmó el viento, y todos estaban asombrados. Ellos se sorprendieron literalmente. Hacía instantes que estaban luchando contra el viento y ahora el agua estaba quieta. Ese es el poder y la gloria que Jesús reveló a sus discípulos. Dios prometió cuidar de nosotros al cruzar las aguas, Isaías 43:2 dice lo siguiente:
“Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás”
Por lo tanto, si usted siente el viento soplándole en la cara, usted debería mirar a su alrededor, ya debería ver a Jesús en camino para ayudarle.
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