sábado, 18 de agosto de 2012

Todo Es Posible // Marcos 9:14-29

Cuenta la historia que un equilibrista de la cuerda floja, decidió ir a las cataratas del Niagara y cruzar de un lado al otro para demostrar sus habilidades. Una gran multitud vino a presenciar tal hazaña. Antes de comenzar le gritó a la multitud: "¿Cuántos de ustedes creen que puedo cruzar y regresar?" La multitud gritó al unísono "Si, tu puedes, creemos en ti!" Ganándose el aplauso y el asombro se paseaba en la cuerda floja de ida y vuelta con facilidad. Después, decidió llevar una carretilla y empujarla de ida y vuelta, y otra vez gritó a la multitud: "¿Cuántos de ustedes creen que puedo empujar esta carretilla ahora de espaldas?" Una vez más la multitud gritó: "Si, tu puedes, creemos en ti" Y así otra vez con gran facilidad empujó la carretilla de ida y vuelta. Ahora, para el evento principal, gritó: "¿Cuántos de ustedes creen que puedo empujar a una persona montada en la carretilla?" La multitud estalló en un grito ensordecedor "Si, se puede! Si, se puede!". Luego se dirigió a un joven en la primera fila "Hijo, ¿crees que puedo empujar esta carretilla de ida y vuelta con una persona en ella?" el chico asintió con la cabeza "sí". Entonces el hombre dijo: "súbete". Al instante el joven le perdió la fe, le cambio el rostro, se puso pálido, y pidió que alguien mas lo intentara.

El día de hoy vamos a ver una situación muy similar en la vida de Jesús y sus discípulos; ellos tenían que echar fuera un demonio, pero cuando no pudieron, perdieron la fe. La Escritura dice lo siguiente:
[14] Cuando llegaron adonde estaban los otros discípulos, vieron que a su alrededor había mucha gente y que los maestros de la ley discutían con ellos. [15] Tan pronto como la gente vio a Jesús, todos se sorprendieron y corrieron a saludarlo.
[16] ¿Qué están discutiendo con ellos? les preguntó.
[17] Maestro, respondió un hombre de entre la multitud, te he traído a mi hijo, pues está poseído por un espíritu que le ha quitado el habla. [18] Cada vez que se apodera de él, lo derriba. Echa espumarajos, cruje los dientes y se queda rígido. Les pedí a tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no lo lograron.

Si usted siguió el mensaje de la semana pasada recordará que Jesús viene bajando de la montaña con tres de sus discípulos, mientras que los demás estaban abajo esperando. Durante su espera parece que la gente empezó a juntarse.

Cuando Jesús llega, se encuentra con problemas; hay gente discutiendo. Todo parece indicar, que mientras Jesús estaba en la montaña, alguien trajo a un chico endemoniado para que los discípulos lo sanaran. El problema es que, a pesar de que ya habían sacado demonios antes (vea Marcos 6:7,13), esta vez no pudieron. Entonces, la gente se comenzó a juntar y a discutir con los discípulos, incluso, vemos que los maestros de la ley estaban ahí discutiendo con ellos. Tal vez estos fariseos les alegaban diciendo “Ya ven? Les dijimos que Jesús es un charlatán, están siguiendo a la persona equivocada”; mientras que los discípulos trataban de defenderse argumentando las repetidas ocasiones en que ellos sanaron enfermos, sacaron demonios, y ayudaron a mucha gente.

Y en medio de esta discusión acalorada, llega Jesús y les pregunta a sus discípulos la razón de la disputa.  Sin embargo, los discípulos no contestaron, tal vez se quedaron como niños regañados, calladitos y mirando al piso. Y el que termina respondiendo era un hombre de la multitud, padre del muchacho endemoniado; le explica como el demonio lo tiene mudo, lo hace que se convulsione y se quede rígido. Pero los discípulos no pudieron echar fuera al demonio de su hijo, y empezaron a discutir. Es posible que hayan estado discutiendo y culpándose unos a otros, como todos lo hacemos cuando las cosas no salen como lo esperamos. Y Jesús al entender lo que sucede responde de la siguiente manera:

[19] ¡Ah, generación incrédula!, respondió Jesús. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho.

Se puede ver la desesperación de Jesús cuando frustrado pregunta “hasta cuando?”. Es evidente que el muchacho seguía endemoniado, mientras que todos ellos están discutiendo cosas sin importancia. Mientras ellos tratan de defender su reputación delante de los maestros de la ley, un muchacho sigue sufriendo, y Jesús reconoce inmediatamente lo que es importante y se desespera porque sus discípulos no tuvieron la capacidad de discernir lo que es realmente importante. La desesperación de Jesús es que ellos en vez de seguir intentando ayudar al muchacho, se ponen a discutir.  Entonces Jesús les pregunta “hasta cuando voy a tener que estar con ustedes y soportar esto?  Era un llamado a la madurez. Así que mando llamar al muchacho y veamos lo que sucede en la historia:

[20] Así que se lo llevaron. Tan pronto como vio a Jesús, el espíritu sacudió de tal modo al muchacho que éste cayó al suelo y comenzó a revolcarse echando espumarajos.
[21] ¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? le preguntó Jesús al padre. Desde que era niño, contestó. [22] Muchas veces lo ha echado al fuego y al agua para matarlo. Si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos.

En cuanto el demonio está en la presencia de Jesús, el sabe que está derrotado y sabe que está frente a alguien que no podrá vencer. El demonio pudo con los otros discípulos, pero cuando ve a Jesús, sabe que tiene que dar lo mejor que tiene, así que empieza a atormentar al muchacho y empieza a convulsionarse frente a Jesús y a su padre. Sin embargo, Jesús no parece estar ya mas enojado, y lo que hace es un poco raro, no se si lo notaron: Jesús comienza a hablar con el padre del muchacho. Jesús decide que ese día no solamente el muchacho necesita de salvación, sino también el padre. Jesús le pregunta el tiempo que el muchacho ha estado así; quiere que el padre se abra y le platique que tanto ha sufrido por su hijo; el padre admite que desde que era niño el ha sido atormentado, y le dice como en veces el demonio lo ha echado al fuego y al agua para matarlo. Uno se puede imaginar que el padre estuvo ahí siempre para rescatar al muchacho de morir quemado y de ahogarse. El diablo eso es lo que quiere, quiere matarnos, si por el fuera, todos estaríamos mejor muertos. El diablo ha venido a matar y a destruir, pero Jesús ha venido a dar vida.

El padre ya tenia mucho tiempo viendo a su hijo sufrir así, y probablemente ya haya intentado de todo para que el demonio dejara en paz a su hijo. Probablemente haya visto doctores, curanderos, terapistas, discípulos, y ninguno pudo ayudarle. Y el padre confiesa su condición, y admite que no está convencido, o no cree que Jesús pueda sanarlo. El dice “si puedes... ayudanos”; el padre probablemente creía que Jesús tenia buenas intenciones, creía que quería ayudarlos, pero no estaba seguro si de hecho podría hacerlo.  Es importante que cada uno de nosotros, vengamos a Jesús admitiendo nuestra condición, a el le agrada que seamos honestos y reconozcamos lo que somos. Si usted es padre o madre, sabe que duele ver a los hijos sufrir por causa del diablo, duele verlos atados a una adicción, a un estilo de vida que el diablo les ha hecho creer que es “bueno” o “normal” y están encadenados a sufrir en la vida. A Jesús le agrada que el padre o madre reconozca que a pesar de que ha hecho todo lo humanamente posible por ayudar a su hijo, no ha podido ayudarle.  Pero tranquilos Jesús está aquí, veamos lo que sucede en la historia:

[23] ¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible.

Jesús le contesta al padre del muchacho, “crees que no puedo?”, esto no es nada para mi, “crees que esto es muy difícil para mi?”. Dice, “todo es posible” para los que creen en mi. “Como la vez? Ahora si quieres creer en mi?”  Para Jesús no hay nada imposible, pero el espera que si no creemos en poder lo admitamos, pero también el quiere que lleguemos al siguiente nivel, hay que llegar a creer: el creer en el, es lo que ayuda a que los problemas se resuelvan.  Debemos evitar a toda costa llegar al grado de dudar de Jesús y decirle, “bueno Jesús, si tu puedes, ayudame”. Espero que podamos seguir confiando en el a pesar de los problemas y las dificultades. Jesús puede hacer algo aun cuando todo parezca no tener solución. Veamos lo que Jesús hizo a continuación:

[24]¡Sí creo! exclamó de inmediato el padre del muchacho. ¡Ayúdame en mi poca fe!

Al Jesús terminar de hablar, el hombre pasa al siguiente nivel, pasa a creer en Jesús. Pero me gusta mucho su honestidad; el pide ayuda en su falta de fe.  El admite que no tiene mucha fe, pero pide ayuda. El reconoce que está frente a Dios y que el no le puede engañar y hacerle creer que tiene mucha fe, por que Dios sabe que es mentira. A veces nosotros caemos en el error de pensar que podemos engañar a Dios y hacerle creer que tenemos fe en el cuando en realidad no la tenemos. “Quien te crees que eres para engañar a Dios?” diría Jesús. Todos debemos estar conscientes que Dios ve y conoce nuestro interior y nuestras capacidades, no le podemos engañar. Lo que debemos hacer es admitir nuestra condición, y pedir ayuda. Dios nos puede ayudar a tener fe, pero hay que pedir ayuda. Continuemos viendo la reacción de Jesús:

[25] Al ver Jesús que se agolpaba mucha gente, reprendió al espíritu maligno.
Espíritu sordo y mudo, dijo, te mando que salgas y que jamás vuelvas a entrar en él.
[26] El espíritu, dando un alarido y sacudiendo violentamente al muchacho, salió de él. Éste quedó como muerto, tanto que muchos decían: “Ya se murió.” [27] Pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó, y el muchacho se puso de pie.

Jesús con su poder y autoridad le “ordena” al demonio que salga del muchacho, y el demonio salio del muchacho haciendo algunos estragos en el joven, de tal manera que cuando el muchacho quedo libre, quedo tirado en el suelo, y la gente pensaba que ya había muerto.  Imagínese usted como se ha de haber sentido el padre; el demonio había sido echado fuera, pero no quedo nada mas que un muchacho muerto. Que terrible; pero Jesús lo toma de la mano y lo levanta, el muchacho está vivo, completo, sano.  El padre y el hijo ahora están bien; Jesús nuevamente demuestra la autoridad que le fue dada en la tierra, la autoridad total sobre todas las cosas, espirituales y materiales: tenemos un Dios poderoso. Pero la historia no termina aun, veamos lo que dice la Escritura:

[28] Cuando Jesús entró en casa, sus discípulos le preguntaron en privado:
¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?
[29] Esta clase de demonios sólo puede ser expulsada a fuerza de oración, respondió Jesús.

Después de que todo termino, los discípulos preguntaron porque no pudieron expulsar al demonio y Jesús responde que ese tipo de demonios salen a través de la oración. Y la pregunta obligada es, si Jesús dice que estos demonios salen con oración, entonces cuando se ve a Jesús orando? No se ve a Jesús orando en los versículos que hemos analizado hoy, pero si usted recuerda la semana pasada, Jesús subió al monte con tres de sus discípulos, el iba a orar.  Uno debe orar antes de que la dificultad se presente, si uno ha estado orando con anterioridad, Dios va a estar con nosotros en todo momento. No debemos esperarnos hasta estar en medio de la dificultad para ponernos a orar, el diablo va a agarrarnos desprevenidos.  Los discípulos ya habían sacado demonios antes, Jesús les dio la autoridad, ellos también habían visto a Jesús sacando demonios también, entonces? Que salio mal? Ellos se olvidaron de que no se trata de el poder que ellos tienen, no se trata de la autoridad que les fue dada, sino de parte de quien les fue dada.  Ellos probablemente dijeron como en las películas “te ordeno que salgas de el muchacho” y se olvidaron de que la autoridad y los créditos eran de Dios. O tal vez no pudieron sacarlo a la primera oportunidad y dudaron, les falto mas fe en Dios, recuerda lo que dijo Jesús en el verso [19]?, “generación incrédula!”  Jesús vio que a ellos les falto fe, y no creyeron en el poder de Dios ni la autoridad que Jesús les había dado.

Si usted y yo somos honestos, nos falta mucha oración. Nos falta orar aun cuando no estemos en problemas. Nos falta levantarnos cada día temprano y orar diciendo “Jesús, ayudame, te necesito este día para poder salir adelante, dame mas fe para confiar en ti”. Nos falta llegar ante Dios y confesar que no podemos por nuestras propias fuerzas. Mientras sigamos confiando en nosotros mismos las cosas van a seguir igual o peor hasta que el diablo consiga lo que quiere: destruirnos y a nuestra familia. Es urgente que reconozcamos que solo confiando en el, podemos vivir nuestra vida cristiana de victoria en victoria. El reto es, orar mas, y no esperar a orar cuando tenemos problemas. La gloria sea para Dios.

5 comentarios:

  1. Muy interesante tema y con grandes enseñanzas de los pasajes de la biblia. Gracias por compartir este gran trabajo. Les comparto la siguiente web que leo con mis niños y que plasma pasajes breves pero concisos para que entiendan fácil para nuestros niños. Saludos.

    http://bibliaparaninos.blogspot.com/

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  2. Hermoso. y muy clara la interpretacion. Es una historia que sin duda muestra el amor de Dios por el Ser humano.

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  3. Realmente fue algo que no conocia,la explicacion te saca de este mundo y te envuelve en otra dimension,como hago para tener mas comentarios como este,ya lo guarde en una carpeta especial,felicito a todo el equipo que hace posible estas enseñanzas GRACIAS AMEEN

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  4. Dios bendiga su vida mi hno fue el Espíritu de Dios que me hablo este dia y me a motivado a seguir orando mas para poder ver resultado en mi vida amen..

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  5. Dios le bendiga hermano. En el versículo 29, la biblia menciona que este género sale con oración y ayuno. ¿Cúal es su opinión acerca del ayuno?

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