Unos hombres que decidieron ser
estudiantes o alumnos, y que fueron conocidos como "discípulos",
habían decidido seguir a Jesús para aprender de él. Pero este día
en particular me parece que Jesús ha decidido ponerle un examen "calificador" a sus discípulos. Quería ver lo que había aprendido al
haberle seguido durante todo este tiempo.
Veamos el examen calificador y las
calificaciones obtenidas.
[27] Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?[28] Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas.[29] Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo.[30] Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno.[31] Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.[32] Esto les decía claramente. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle.[33] Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: !Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Usted notará que en el versículo 27,
Marcos dice que mientras Jesús estaba "en el camino", y no
esta muy claro de primera vista hacia donde se dirige. En este punto,
en el Evangelio, el rumbo de la historia está a punto de cambiar
drásticamente. Hasta este punto, Jesús ha experimentado la
popularidad, pero en los próximos capítulos los ánimos van a
cambiar. Jesús se dirige su atención a la cruz... "en el
camino" a su muerte; pero se detiene y le hace una pregunta a
sus discípulos.
"¿Quién dicen los hombres que
soy yo?"
Jesús decide hacer una encuesta entre
sus discípulos ahí en plena calle. En respuesta, los discípulos le
contestan: "Juan el Bautista", debido a que algunos (como
Herodes por ejemplo) pensaban que Juan el Bautista había resucitado
de la tumba. Otros decían: "Elías", porque fue uno de los
profetas más poderosos y venerados en Israel. Otros no sabían quién
era, pero todos sabían que era un profeta enviado por Dios. El día
de hoy sería como comparar a Jesús con Billy Graham, Rick Warren, o
Charles Stanley. No son malos pero, francamente, no son lo
suficientemente buenos. Las personas consideraban a Jesús como
alguien bueno, pero no como el Mesías o Dios mismo.
El día de hoy pasa algo similar. A
Jesús se le considera uno de los más grandes maestros morales de
todos los tiempos. Se le considera uno de los grandes líderes
religiosos que han caminado sobre la tierra. Pero eso es todo. Sin
embargo, Jesús dijo de sí mismo, "Yo soy el camino, la verdad
y la vida; nadie viene al Padre sino por mí!" Suena como si
fuera una solución muy angosta y tal vez lo es, pero también es lo
suficientemente ancha para todos.
Ahora, Jesús vuelve su atención a la
verdadera pregunta del día. Y les dice: "¿Y ustedes, quién
decís que soy yo?" Vera usted, en realidad, no importa mucho lo
que otros piensan acerca de Jesús, porque su relación con Dios
no se basa en las opiniones de otros. Jesús quiere saber lo que
usted piensa acerca el particularmente.
Pedro tomó la iniciativa y dijo: "Tú
eres el Cristo"... el Mesías... el ungido. Durante siglos, los
Judíos habían estado anhelando y orando por el Cristo... por la
venida del Mesías que los libertaría. Tal vez Pedro soñaba con el
"Hijo de David", que vendría a restaurar la imagen
gloriosa del pueblo de Dios y echaría fuera a los romanos. Así que
cuando Pedro declaró: "tú eres el Cristo", declaró su
absoluta fe y confianza en Jesús. Tú eres el único que tiene el
poder y la autoridad para hacernos libres. Tú eres el ungido y
enviado por Dios para cambiar el mundo y quiero estar ahí contigo
cuando todo suceda.
Esta declaración era cierta. Jesús
era el Mesías. Él era mucho más que un buen maestro... él era el
Cristo... él era el hijo del Dios viviente. Mateo nos dice que Jesús
felicita a Pedro por su observación y revela que sólo con la ayuda
de su Padre celestial Pedro pudo conocer esta verdad.
Ahora, el todo estaba listo para que
Jesús revelara el misterio de su misión. Dado que ellos creían que
él era el Mesías, Jesús quiso revelar el verdadero alcance de su
misión.
Después de la declaración de Pedro,
Jesús comenzó (vea verso 31) a "enseñarle" a sus
discípulos que "el Hijo del Hombre debía sufrir." Este
título de "Hijo del Hombre" significaba que Jesús era
mucho más que un ser humano. Era un nombre simbólico para el
Mesías. Y en la emoción Pedro y los demás fueron sorprendidos por
Jesús cuando dijo que “tenia que sufrir”. No puede ser, el
Mesías que todos esperamos no termina sufriendo; Él viene como
nuestro héroe, no como un hombre débil. Jesús añade, "y va a
ser rechazado por los ancianos, sumos sacerdotes y maestros de la
ley." Es decir, que aquellos que deberían confirmar su estatus
de Mesías lo iban a desacreditar; para los discípulos fue inaudito.
Para empeorar las cosas, añade "que
él debe ser muerto." Hay que matarlo. Hagamos una pausa por un
minuto, y profundizar en este punto. ¿Por qué Jesús DEBE ser
asesinado?
Vera usted, de acuerdo a la lógica de
los discípulos y mucha mas gente, dado que el Mesías iba a ser un
descendiente de David, no podía ser asesinado porque David no murió
a manos de sus enemigos. No, él mató a sus enemigos. Si el Mesías
iba a ser igual que David, entonces ¿por qué Jesús esta hablando
de la muerte? Ellos estaban buscando un héroe conquistador para
liberarlos de Roma, pero Jesús vino a ser un héroe conquistador que
iba a dejarlos en libertad de ellos mismos... dejarlos en libertad
para ser ellos mismos... dejarlos en libertad gracias a su muerte y
resurrección.
Para que Jesús fuera el Mesías tenía
que ser ejecutado... tristemente asesinado a manos de los mismos que
deberían haberle adorado y servido pero no lo hicieron. La
declaración "debe sufrir" creó una tormenta en los
corazones y las mentes de los discípulos.
Jesús cierra diciendo, "y después
de tres días... resucitar." Cuando usted este parado al el pie
de la cruz no se olvide de la tumba vacía. Son las dos caras de una
misma moneda. No puede tener uno sin el otro. La cruz es esencial
para entender la magnitud de la resurrección.
De hecho, Pedro, el que contestó la
primera pregunta, decidió que tenía que hacerle entender a Jesús
quién era Él realmente. Obviamente, Él no necesita su opinión. Y
usted se dará cuenta de que Marcos dice que Pedro "llevó a
Jesús aparte y lo reprendió." Wow, qué tonto. ¿Qué estaba
fumando Pedro? ¿Como se le ocurre "reprender" al Mesías?
Pedro no quería permitir que Jesús echara a perder sus planes.
En respuesta Jesús le dice a Pedro
"¡Quítate de mi vista, Satanás!". "No te estas
fijando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres." En
este momento crítico, Satanás había aprovechado la oportunidad y
ahora estaba usando un discípulo de Jesús como peón.
Jesús quería que Pedro abriera los
ojos y que no se conformarse con un reino terrenal cuando pudiera
fijar sus metas hacia el Reino de los cielos.
Es fácil para nosotros permitir que
las cosas de este mundo eclipsen y oculten las cosas de Dios.
Deseamos conformarnos con cosas en lugar de tener un Salvador. Pero
Jesús no va a dejar que cometamos ese error fatal. Él nos va a
enfrentar, porque Él nos ama.
Entonces, ¿cómo respondió Pedro a
este desafío? Yo creo que Jesús da la respuesta en el siguiente
estudio. La próxima semana vamos a profundizar esto, pero no podemos
terminar esta historia sin leer estas palabras de los labios de
nuestro Maestro. Él dijo:
[34] Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.[35] Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.[36] Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?[37] ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?[38] Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
Jesús llama a las multitudes ya sus
discípulos a cargar una cruz... a morir con el... a perderlo todo.
Cierra diciendo SÍGUEME.
¿Cómo vamos a responder? ¿Nos
conformaremos con un reino terrenal, cuando Jesús murió y resucitó
para que se viva desde adentro hacia afuera. Él quiere que usted
viva plenamente. Quiere transformar su corazón. Él quiere librarte
del pecado. El camino es simple, pero difícil. ¿Estamos dispuestos
a negarnos a nosotros mismos? ¿Estamos dispuestos a tomar su cruz y
morir? ¿Estamos dispuestos a seguir a Jesús donde quiera que el nos
lleve? Espero y oro para nuestra respuesta sea SÍ... un rotundo sí.