domingo, 2 de enero de 2011

El Principio // Marcos 1:1-8

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El evangelio según san Marcos nos cuenta la historia de la vida y ministerio de Jesús. Es un libro lleno de acción. Se centra más en lo que Jesús hizo que en lo que El dijo. La mayoría de los eruditos creen que este evangelio fue escrito a través de los ojos de Pedro, sin embargo, el libro fue atribuido desde los primeros días a un discípulo de Jesús llamado Marcos. Muchos creen que el autor es el Juan Marcos mencionado el libro de los Hechos, y que fue compañero de Pablo. Si este es el caso, Marcos tuvo un pasado con bastantes altibajos. En su primer viaje misionero se regresó, y luego que quiso participar en la misión, Pablo y Bernabé tuvieron una discusión intensa sobre si darle a Marcos una segúnda oportunidad o no. De hecho, el conflicto fue tan acalorado e intenso que estos dos grandes hombres de fe, rompieron comunión. Obviamente, eran ``bautistas'', y es aquí donde observamos uno de los primeros ejemplos de una división de la iglesia. Pablo se fue con Silas, y Bernabé se fue con Marcos. La buena noticia es que después, Pablo se dio cuenta de que Marcos había cambiado, e incluso le pidió que estuviera a su lado en un momento de gran crisis.

Si fuera cierto que el libro escrito por Marcos, es de hecho un evangelio escrito a través de los ojos de Pedro, esto explicaría el hecho de que este libro está lleno de acción: Pedro era un hombre movido a la acción. Él no escogió seguir un rabino tranquilo y seguro. Pedro decidió caminar al lado de un revolucionario decidido a cambiar la trayectoria del mundo. A pesar de que a lo largo de la historia Jesús no encajaba con la personalidad de Pedro, cuando todo terminó, Jesús no nos defraudó. De hecho, Jesús de Nazaret cambió el rumbo de la humanidad.

La mayoría de los estudiosos creen que este libro fue escrito alrededor de 25 y 40 años después de la muerte y resurrección de Jesús. La mayoría cree que Marcos escribió el evangelio en la ciudad de Roma durante los primeros días de la gran persecución de los cristianos. Así que este libro fue escrito para la iglesia en sufrimiento y para los buscadores de Dios en un día de gran incertidumbre y confusión.


Marcos escribió para darle buenas noticias a un mundo en oscuridad. Y aprovechando que estamos hablando de buenas noticias, analicemos cuales fueron las palabras introductorias del evangelio según san Marcos, y de esta manera comenzar nuestro viaje juntos.

Marcos 1:1-8 dice lo siguiente:

    Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.

    Como está escrito en Isaías el profeta: ``He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti.'' ``Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas.''

    Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados.

    Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.

    Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre.

    Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado.

    Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.

Desde las primeras palabras del evangelio, Marcos comienza contando la historia más increíble que el mundo haya oído o visto. Si observamos de cerca en la primera frase de apertura, Marcos busca captar nuestra atención, como que él nos va llevando en un viaje increíble en la fe. Parece que en la primera parte resume y revela una historia que está a punto de desarrollarse ante nuestros ojos. Marcos escribió:

    ``Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.''

Con la primera frase, Marcos busca inmediatamente captar nuestra atención:

principio

¿Le suena familiar esta palabra? ¿Se acuerda usted de las primeras palabras de la Biblia? En Génesis, Moisés escribió: ``En el principio creó Dios los cielos y la tierra.'' En las primeras páginas escritas por Moisés, la Biblia cuenta la historia impresionante de la acción creativa de Dios: Él simplemente hablaba y los mundos venían a existir. Marcos nos dibuja esta poderosa imagen y comienza contando la historia del poder creador de Dios, ese poder que fue desatado a plenitud en la vida y ministerio de Jesucristo mismo.

Así como Dios creó el mundo de la nada, Jesús convierte nuestra nada espiritual en una ``nueva creación''. Esta es la historia del inicio de un mundo espiritual totalmente nuevo.

Marcos continúa diciendo: ``Principio del evangelio de Jesucristo''. Nótese la palabra ``evangelio''. Llamamos a este libro ``el evangelio de Marcos''. La palabra griega que Marcos usó significa literalmente ``buena noticias''. Desde el inicio Marcos declaró a sus lectores que había muy buenas noticias que contar... ¡buenas noticias!

Los gobernantes de aquellos tiempos enviaban corredores por todas partes anunciando alguna buena noticia a la gente. Porsupuesto que las buenas noticias provenientes de un político a menudo vienen disfrazadas, ellos tienen doctorados en como convertir una mala noticia en buena noticia. Pero este no era el caso.

La vida y ministerio de Jesús es una buena noticia para todas las personas. Buenas noticias para los de abajo y de afuera, e incluso para los ricos y poderosos que estén dispuestos a escuchar. Es una buena noticia para los quebrantados de corazón, y para aquellos cuyas vidas han estado marcadas por el pecado y el fracaso.

Respecto de Jesucristo, Marcos nos anuncia que va a contar la historia de Jesús el hombre: el rabino de la ciudad de Nazaret que fue crucificado en Jerusalén por el gobernador romano llamado Pilato; aquel hombre Jesús cuyos seguidores reportan que se levantó de entre los muertos. La historia en Marcos es la historia de Jesús el hombre: un hombre como usted y yo. Cuenta la historia de Jesús, un hombre que comía y dormía, un hombre que sufrió y murió.

Sí, Jesús fue un hombre, pero Marcos nos dice que Él también es el Cristo: título griego usado para el Mesías. El Salvador largamente esperado que fue enviado del cielo para traer esperanza al pueblo de Dios. Este título invocaba en la mente de los Judíos la imagen de un héroe conquistador, pero a medida que se desarrolle la historia nos daremos cuenta de que Jesús era un héroe conquistador, si, pero no con una espada y ni con una legión a su lado, sino más bien, un Salvador que tiene en su manos las llaves de la muerte y el infierno. Jesús vino a salvarnos de nosotros mismos: a librarnos del poder esclavizante del pecado, y para que cada hombre, mujer y niño en el planeta tierra pueda tener una relación personal con Dios. Dios no iba a conformarse con una solución temporal para nuestros males, Jesús vino a traernos una esperanza de vida eterna.


El Hijo de Dios

Si usted ha estado meditando en estas palabras desde el principio, sería en este punto que se usted se habría detenido y comprendido una doble enseñanza: ``Jesucristo, el Hijo de Dios.'' Marcos no dijo ``un'' hijo de Dios: el escribió claramente, puntualmente y sin lugar a dudas ``el Hijo de Dios.'' A pesar de que Jesús era un hombre con un lugar de nacimiento y una historia, Jesús era el eterno ``Hijo'' del Dios viviente. En las páginas subsecuentes Marcos se dedicó a probar esta afirmación, simplemente contando su historia y dejando que el corazón y la mente de usted decida.

Como ya le hemos compartido al inicio, este evangelio no se centra en lo que dijo Jesús: se centra en lo que Jesús hizo. Se nos dibuja explícitamente el trabajo y vida de Jesús.

Una de nuestras esperanzas al analizar esta historia, es que usted no sea conocido simplemente por lo que cree y enseña: queremos que siga el ejemplo de Jesús y que usted sea conocido por lo que hace. Marcos claramente nos indica que ``la enseñanza'' no va a cambiar el mundo: el ``vivir'' y el ``hacer'' es lo que esta cambiando el mundo. Nuestras acciones revelan descaradamente lo que creemos. Queremos que usted no sea conocido por lo que habla, sino por lo que hace. Esperamos que con cada estudio usted pueda ver a Jesús en acción, y que sea Él le inspire a actuar.

Antes de terminar, echemos un vistazo a la primera gran lección que Marcos revela en esta jornada espiritual. Echemos un vistazo a la primera ``marca'' de Jesús.

Marcos no comienza contando la historia de la Navidad; de hecho, se remonta 400 años hasta el profeta Isaías a quien se le dio una visión acerca del misterio y la majestad de Jesús. Isaías profetizó de un precursor de Jesús, un heraldo que anunciaba la venida de su Reino. Este heraldo fue Juan el Bautista, o el Bautista, uno de nuestros antepasados, el cual ministraba en el desierto.

Isaías escribió:

    ``Yo estoy por enviar a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino.'' ``Voz de uno que grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, háganle sendas derechas.'' Marcos 1:2-3 (NVI).

Isaías predijo que Juan iba a ser un mensajero llamando a todos a ``preparar el camino del Señor y hacerle sendas derechas.'' De la misma manera en que la gente de aquellos tiempos era convocada a salir y llenar los baches en el camino porque el rey iba a pasar por la ciudad, así Juan llamó a la gente a prepararse para la venida del Rey.

Marcos registra el mensaje de la siguiente manera:

    ``Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. Marcos 1:4''

No se pierda los símbolos poderosos de esta historia: ¿dónde predicaba Juan?... ``en el desierto.'' La selección de la ubicación por si misma, claramente reflejaba la difícil situación de la raza humana. Todos y cada uno por igual estábamos viviendo en un desierto espiritual. Estábamos todos en busca de esperanza.

Así que Juan predicó un ``bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados.''

arrepentimiento

No malinterpretemos esta palabra: su significado se asemeja a cambiar o revertir el curso de nuestras vidas. En su corazón, Juan eligió una palabra que habla de cambiar la forma en que vemos el mundo: un cambio en nuestra mente, un cambio en nuestra manera de pensar. Usando una palabra moderna, Juan pidió un ``cambio de paradigma.'' La mayoría de nosotros hemos estado tratando de navegar por la vida con el mapa equivocado. Arrepentimiento significa navegar por su vida con el mapa correcto.

perdón de pecados

Juan señala que la fuente de nuestro problema es nuestro ``pecado.'' Juan eligió una palabra que significa ``errar el blanco.'' Debemos confesar que Juan nos golpeó duro con este mensaje. Nuestra vida antes de conocer a Jesús era una historia de errar y errar al blanco; conocíamos muy bien la sensación de estar perdidos.

El tomar conciencia de nuestra necesidad, es estar preparando el camino para que Jesús venga a nuestra vida. Mientras sigamos creyendo que podemos manejar la vida a nuestra manera, Jesús seguirá siendo un desconocido y totalmente ajeno para nosotros. El llegar a la conclusión de nuestra necesidad, es lo que nos impulsa a llegar a hasta Jesús.

Juan el Bautista cierra la enseñanza dando a conocer el misterio que se desarrollará en las páginas subsecuentes de Marcos:

    Predicaba de esta manera: ``Después de mí viene uno más poderoso que yo; ni siquiera merezco agacharme para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo.'' Marcos 1:7-8 (NVI).

Juan sabía muy bien que él no era el Mesías. Él no fue enviado para ser el Salvador del mundo. Juan sabía que, en comparación con Jesús, el era simplemente un esclavo que no valía lo suficiente para hacer la mas mínima de la tareas para el Rey que venía. Ni siquiera era digno de desatar la correa de su sandalia. Esto debe haber sorprendido a sus oyentes y seguidores, porque, sin duda, Juan era en aquel momento lo más novedoso que ocurría en Judea y Jerusalén. Juan tenía la atención de toda la región desde el más pequeño hasta el más grande, sin embargo, él sabía en lo profundo de su corazón que su mensaje de arrepentimiento y de confesión de pecados no traería la salvación que Jesús venía a traer.

Juan ilustra muy nítidamente esta situación cuando dijo: ``Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo.'' La palabra ``bautizar,'' literalmente, significa sumergir, no rociar, ni vertir un poco de agua sobre la cabeza. La palabra griega significa ``inmersión'' en el agua. Juan señaló ``yo los sumerjo en lo profundo del agua'', pero Jesús ``los sumergirá'' con el Espíritu Santo.

El arrepentimiento y la confesión demuestra nuestra necesidad de cambio y transformación, pero el hecho de venir a Jesús nos da el poder de cambiar a través de la presencia del Espíritu Santo. No se pierda de el punto obvio: que el Espíritu Santo es una persona, no es una fuerza o un objeto. No nos referimos al Espíritu Santo como eso, sino más bien como el El. El punto obvio es que Él es el Espíritu Santo: no se distraiga y observe el claro llamado a la santidad. El Espíritu Santo obra en el corazón de usted y le da poder para vivir santa y piadosamente.

El grupo de Alcohólicos Anónimos hace referencia a un ``poder supremo'', pues, ese poder supremo tiene un nombre: Su nombre es Jesús. Jesús bautiza a los que creen y confían en Él a través del Espíritu Santo. Tratemos de visualizar la realidad de que el Espíritu Santo de Dios le envuelve y le llena de adentro hacia afuera: cada vez que usted respira, cada momento que vive, cada desafío que enfrenta, sabiendo y entendiendo que Él está con usted. El Espíritu Santo de Dios está tan presente y es tan dador de vida como el oxígeno que inhalamos en cada respiración.

Usted habrá notado que en estos versos de apertura, Marcos magistralmente ha desarrollado la línea histórica de todo el Evangelio:que Dios tiene buenas noticias para todos y cada uno de nosotros. La buena noticia es que Dios nos envió un Salvador en persona: Jesucristo hombre, que es el Hijo unigénito de Dios.

Jesús vino a sellar el pacto de arrepentimiento. Pero la transformación de nuestra vida comienza cuando nos damos cuenta de que necesitamos ayuda. Cuando confesamos que hemos errado al blanco y nos hemos perdido en el camino. Jesús nos invita a venir y seguirlo: Él promete sumergirnos total y completamente con su Santo Espíritu.

Jesús quiere crear para usted una definición completamente nueva de lo que es ser ``normal''. La buena noticia es que el ser ``normales'', es exactamente como Pablo lo escribió a sus amigos en Galacia:

    Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y templanza. Contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5:22-23.

Lamentablemente en nuestros días, se ha llevado el ser un cristiano de vida ``normal'' a un nivel de devoción fanática. Satanás nos engañó y vivimos en una vida de esclavitud a nuestros deseos y pasiones, pero Jesús nos ofrece llevar la vida que deberíamos haber llevado desde un principio.

Nuestra oración es que usted redefina su concepto de cristianidad ``normal'', mediante el poner su fe y confianza en Jesús y dejando que El lo sumerja y lo llene de su Espíritu Santo hasta el punto que usted camine y hable como Jesús.

Esto no es una misión ``imposible'': con Jesús, esta es una misión ``¡posible!''

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